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Arabia Saudí da oxígeno al consorcio del AVE con 14 meses de prórroga

Pastor avanza el compromiso de las autoridades saudíes de pagar "cuanto antes" facturas pendientes por más de 200 millones

VÍDEO: Reuters / FOTO: Alejandro RuesgaFoto: reuters_live

Tras meses de tensiones y contratiempos, el consorcio que construye el AVE del Desierto Medina-La Meca, liderado por España, recibió este martes una buena noticia: Arabia Saudí ha aceptado una moratoria de 14 meses en su entrada en servicio, que se demora hasta la primavera de 2018. El anuncio lo hizo la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, quien informó también del compromiso de solventar “lo antes posible” pagos pendientes por más de 200 millones. Sin embargo, el problema de fondo sigue sin resolver: los sobrecostes amenazan con hacer ruinoso el negocio para empresas públicas como Renfe.

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La moratoria de 14 meses en la entrada en servicio de la línea de alta velocidad que unirá las dos ciudades santas del Islam ya estaba acordada, pero se hizo oficial durante la entrevista que el presidente del consorcio y también de Renfe, Pablo Vázquez, mantuvo el lunes con los responsables de la Organización Saudí de Ferrocarriles (SRO, por sus siglas en inglés).

Las firmas españolas pedían desde hace tiempo esta prórroga, alegando el retraso en la entrega de la plataforma, construida por empresas chinas. Definitivamente, el AVE del Desierto no estará listo a finales de este año, como estipulaba el contrato, sino en el primer trimestre de 2018.

Pastor aseguró también que Riad se ha comprometido a solventar, “lo antes posible” los retrasos en los pagos. Las empresas españolas han visto con alarma como, por vez primera, la SRO se demoraba en el abono de las facturas. El mes pasado expiró el plazo de pago de una certificación, aceptada por los auditores, por más de 62 millones de euros, mientras se alargaba la tramitación de otras tres, por un montante total de unos 220 millones.

Algunas empresas atribuían esta actitud a problemas de liquidez, debido al desplome del precio del petróleo, mientras otras, con el agua ya al cuello, a una meditada estrategia de presión.

Un error de cálculo amenaza con causar pérdidas a Renfe

El consorcio liderado por España no solo se ha comprometido a construir el AVE del Desierto —cuyo grado de ejecución ronda ya el 70%— sino a mantenerlo y explotarlo durante 12 años. Las fuentes consultadas admiten, sin embargo, que la oferta se presentó partiendo de un cálculo de tráfico y demanda de pasajeros probablemente inflado, que los últimos estudios aconsejan revisar a la baja. La gran perjudicada por este error de cálculo sería Renfe, que quiere que las empresas privadas compartan los riesgos de la fase de explotación (Opex), algo de lo que las constructoras no quieren ni oír hablar.

La presencia de empresas públicas en el consorcio fue condición indispensable para que ganara la oferta española —como también las gestiones políticas al máximo nivel, empezando por el rey Juan Carlos I— pero, mientras las firmas privadas pueden salir bien libradas, el negocio amenaza con acabar siendo ruinoso para el Estado; es decir, para todos los españoles.

El pacto —que ha coincidido con el relevo del anterior ministro de Transportes saudí, Abdullah Al Muqbel, por el hasta ahora responsable de Aviación Civil, Sulaiman Al Hamdan, considerado más dialogante— viene a relajar en parte las tensiones a las que ha estado sometido el consorcio Al Shoula (formado en un 88% por empresas españolas y el resto, en manos saudíes), pero no resuelve la cuestión de fondo. Aunque el contrato se adjudicó en 2011 por 6.736 millones de euros, fuentes del consorcio admiten que se han producido sobrecostes que ascienden a varios cientos de millones.

Negociar con discreción

La estrategia española, al contrario de lo que sucedió con la ampliación del Canal de Panamá, cuando se llegó a la paralización de las obras, es negociar con discreción a través de las sucesivas variations orders, que suponen enmiendas al contrato. Sin embargo, muy pocas han sido admitidas hasta ahora.

El problema se complica porque los sobrecostes se reparten de manera desigual entre los socios y afectan, sobre todo, a las empresas públicas (Ineco, Adif y Renfe). La operadora de los ferrocarriles españoles se ha encargado de construir los talleres para los trenes y el presupuesto del de La Meca se ha disparado desde los 30 millones de dólares iniciales hasta casi 100. A ello se suman los 15 millones que costó construir una cochera especial para proteger el convoy que, a demanda de Riad, hubo que enviar en diciembre de 2014.

Algunos sobrecostes se deben a la imprevisión del consorcio español, según reconocen fuentes del mismo, pero otros responden a demandas sobrevenidas de los saudíes, como la realización de un viaje de prueba este verano, ahora en el aire. El consejero delegado del consorcio, Santiago Ruiz, cuyo relevo se da por descontado, propuso aumentar el fondo de reserva frente a imprevistos, pero los socios privados (ACS, OHL, Indra, Copasa, Consultrans, Imathia, Abengoa y Talgo) se opusieron de plano.

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