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Las multinacionales avivan el alquiler de lujo

Las agencias de reubicación cobran entre 1.800 y 3.000 euros por empleado desplazado

Sandra López Letón
Empleados de la agencia Relocations España, con sede en Pozuelo de Alarcón (Madrid), se reúnen para organizar un traslado.
Empleados de la agencia Relocations España, con sede en Pozuelo de Alarcón (Madrid), se reúnen para organizar un traslado.

La búsqueda de una buena vivienda en un buen barrio es solo uno de los servicios que ofrecen las empresas de relocation o recolocación a los empleados internacionales que vienen a trabajar a España, normalmente durante un periodo medio de dos años. Aunque es un sector muy acotado y apenas existen 16 empresas –25 si se incluyen las de mudanzas internacionales–, su clientela potencial es incalculable. Prácticamente todas las multinacionales y medianas empresas dejan en sus manos el movimiento internacional de sus trabajadores. "El volumen total de negocio está cerca de los 80 millones de euros al año (la mayor parte de esta cifra es la facturación de la mudanza) y el número de expatriados en España puede estar entre 70.000 y 80.000", calcula José Antonio de Ros, director general de Eres Relocation Services.

Son la élite de las agencias inmobiliarias y dan servicio a directivos, ejecutivos, mandos intermedios, e incluso jóvenes en formación. También a embajadores, diplomáticos y deportistas. Los particulares, aunque en menor medida, apuestan por ellas para ahorrarse los trámites que supone mudarse de país o de ciudad.

La asignación del expatriado para vivienda está entre 1.000 y 6.000 euros al mes

Minimizan los riesgos de vueltas anticipadas. La recolocación, nacida en Estados Unidos a principios de la década de los setenta y que se popularizó en España como causa de la globalización, se hace a medida, en función de las necesidades de cada profesional y familia desplazada. Incluye "la búsqueda de vivienda, organización de la mudanza, montaje de muebles, búsqueda de escuelas, gestión de permisos de residencia y trabajo, recomendación de empleados del hogar, electricistas y fontaneros, altas de suministros y gestión del traslado de automóviles y mascotas", detalla Sandra De La Iglesia, de bcnEXPAT. En definitiva, desde que cierran la puerta de la casa de su país hasta después de ubicarse en España y esto pasa por clases de idiomas para el cónyuge o comprar un coche. "También ofrecemos un programa de salida que consiste en trasladar al empleado de vuelta a su hogar de origen", apunta Paz Muguerza, directora general de la empresa Relocations España.

Estas agencias cobran entre 1.800 y 3.000 euros por empleado (el alquiler es aparte). "La búsqueda de vivienda cuesta unos 2.500 euros por familia, la de colegio 400 euros por familia o por niño, y el papeleo local 180 euros por cada trámite que realicemos", concreta Alexandra Gómez, de Mad Relocation Services.

Las multinacionales pueden llegar a pagar cientos de miles de euros y para optimizar costes suelen convocar concursos. "Acabamos de participar en una licitación para un cliente que organiza un plan de movilidad de sus empleados a 32 países", dice Muguerza. "No se trata de un gasto, sino de una inversión que mejora y agiliza la reubicación de personal en nuevos destinos y que garantiza que el empleado estará centrado al 100% en su trabajo sin tener que estar ocupado en realizar tareas burocráticas como permisos de residencia, de trabajo y papeleos de suministros", explican en Gil Stauffer, empresa de mudanzas que ofrece desde el año 2000 este servicio y que supone un 8% de su facturación global.

Con la crisis económica mundial iniciada en 2008 los movimientos internacionales menguaron y algunas agencias se vieron obligadas a echar el cierre. "Durante los últimos años han llegado menos expatriados a España y se redujeron lo servicios contratados, pero el sector está remontando y parece que valoran de nuevo el hecho que cuidar a su talento internacional y móvil", afirma Ira Lemmetyinen, socia de Antares Relocation.

El grueso de clientes de las empresas de relocation son directivos

También metieron la tijera en los presupuestos destinados a los trasladados. "Antes de la crisis el expatriado alquilaba viviendas mucho más caras y los servicios de reubicación se pagaban mejor", recalcan en Mad Relocation Services. Aún así, el mercado de alquileres de lujo en España tiene en este cliente un negocio seguro y rentable. Actualmente, la asignación económica del empleado para el alquiler va desde los 1.000 hasta los 6.000 euros mensuales, dice Almudena Mesa, directora de Solución Relocation Services, empresa que tuvo 200 expatriados en España y unos 122 fuera en 2015 y cuya facturación aproximada del último ejercicio sumó 400.000 euros.

Según la categoría del empleado, la asignación puede subir hasta los 8.000 euros mensuales. "En Madrid el presupuesto medio para el alquiler de casa está entre 1.500 y 2.000 euros al mes, mientras que en Barcelona sería de 1.200 a 1.400 euros mensuales de media", calcula el director general de Eres Relocation Services, cuya facturación en 2015 alcanzó los 2,4 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 10% respecto al año anterior. Para 2016 prevé alcanzar los 2,8 millones de euros.

A la hora de buscar vivienda, los clientes lo tienen claro: barrios con buena reputación, bien comunicados, tranquilos y con calidad de vida, servicios y buenos colegios. En Madrid se decantan por las zonas de Salamanca, Chamberí, Chamartín, Arturo Soria, Conde de Orgaz, Piovera, Moraleja, Pozuelo (La Finca) y Aravaca, mientras que en Barcelona prefieren Pedralbes, Eixample, Sarrià Sant Gervasi, Gràcia, Borne y El Clot. Si el expatriado no tiene familia alquila pisos de dos dormitorios y si se traslada con hijos apuesta por chalés cerca de colegios internacionales. Por norma general, prefieren vivir en las afueras de Madrid, donde pueden encontrar viviendas más adaptadas a su estilo de vida. El 60% quiere unifamiliar con piscina, jardín y seguridad, sobre todo si provienen de un país poco seguro, explica Almudena Mesa. Y la mayoría opta por trasladar sus propios muebles.

Las empresas de relocation trabajan también en el sentido contrario, procurando el traslado de empleados españoles al extranjero. "Hemos trabajado mucho en Arabia Saudí, Emiratos, países de Latinoamérica (Brasil, México, Perú y Chile), India y China", dice José Antonio de Ros. Cuentan con una red de colaboradores internacionales que les permite prestar servicios en cualquier destino.

De copas y museos o a clases de español

Que todo salga según lo planeado, sin sobresaltos. En un plazo de uno o dos meses el empleado internacional puede estar viviendo y trabajando en España. Este es el objetivo de las agencias de relocation que gestionan cientos de traslados al año. Se encargan de los trámites migratorios (permisos de trabajo y residencia) y de los servicios de búsqueda de vivienda y colegios. Entre sus servicios, todo lo que uno se pueda imaginar o necesitar. Hasta los más inesperados. Por ejemplo, organización de eventos; visitas guiadas culturales (museos, monumentos...); personal shopper; rutas y catas de vino español; compra de entradas para teatro, toros o fútbol; actividades deportivas en España y fuera; y asesoramiento al cónyuge para que pueda continuar con su carrera profesional. A la hora de seleccionar una vivienda son muchas las motivaciones: desde que en la nueva casa quepan los muebles que se traen, hasta que la pareja (generalmente la mujer) del profesional desplazado pueda seguir llevando un tipo de vida parecido al de su país de origen.

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Sobre la firma

Sandra López Letón
Redactora especializada en el sector inmobiliario, del que informa desde hace más de dos décadas. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en EL PAÍS. Actualmente, escribe en el suplemento de información económica 'Negocios'. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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