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El Santander compra el portugués Banif por 150 millones de euros

El banco recibirá una ayuda de 2.255 millones para contingencias futuras

Una sucursal del banco portugués Banif en Lisboa.
Una sucursal del banco portugués Banif en Lisboa.PATRICIA DE MELO MOREIRA (AFP)

El Banco Santander ha llegado a un acuerdo con para la compra de la mayor parte de los activos de la entidad portuguesa Banif-Banco Internacional do Funchal, según ha anunciado el banco central portugués y ha confirmado esta mañana el banco español. El Santander, ya presente en Portugal, se ha hecho así con la entidad en un proceso de resolución con un apoyo público de 2.255 millones de euros para contingencias futuras. Banif, participado al 60,5% por el Estado, se había hundido en Bolsa durante las últimas semanas.

Del total de esos 2.255 millones que recibirá Banif para ser saneado, el Estado inyecta directamente 1.766 millones y el resto provendrá del Fondo de Resolución, al que contribuyen los propios bancos, que también es una entidad pública y, por tanto, cuenta para el déficit del Estado.

. "Sé que la resolución de un banco es dolorosa y costosa para lo contribuyentes", ha señalado el primer ministro portugués, António Costa, en un discurso televisado, según recoge la agencia Bloomberg.

En la subasta para hacerse con el maltrecho banco portugués, Santander se ha impuesto al también español Banco Popular, a la gestora de fondos Apollo Global Management y a un fondo de inversión chino, entre otras ofertas.  "La operación se ejecuta mediante la transferencia de una parte sustancial (el negocio de banca comercial) de los activos y pasivos de Banco Banif a Santander Totta. Banco Santander Totta pagará 150 millones de euros por los activos y pasivos de Banco Banif, que se transmiten adecuadamente provisionados. Otros activos y pasivos quedan en Banco Banif, que es la entidad responsable de los posibles litigios derivados de su actividad en el pasado, para su liquidación o venta ordenada", ha explicado Santander en un comunicado al regulador bursátil español.

Es decir, que parte de los activos y pasivos del banco se transfieren a una especie de banco malo y una parte muy pequeña de activos así como de deuda subordinada quedan como parte de Banif para la liquidación de la entidad.

La adquisición de los negocios de Banco Banif sitúa a Banco Santander Totta como el segundo banco privado de Portugal, por detrás de BCP-Millenium, con una cuota de mercado del 14,5% en créditos y depósitos, según la entidad española. Banco Banif aporta 2,5 puntos de cuota de mercado y cuenta con una red de 150 oficinas y 400.000 clientes. La venta por 150 millones al banco Santander supone un gasto público de más de 2.255 millones de euros lo que hará elevar el déficit anual por encima del 4%. 

Un desastre anunciado

La venta al descuento de Banif era un desastre tan anunciado como aplazado. El 1 de enero entraban en vigor las nuevas normas europeas por las cuales los accionistas y depositantes tienen que asumir las pérdidas de la entidad; pese a esa fecha límite, el anterior Gobierno del PSD-CDS aplazó este problema para dar prioridad a la venta de Novo Banco, donde su compromiso público supera los 4.100 millones de euros y, además, con las elecciones generales de por medio. El resultado ha sido fatal: Novo Banco no se vendió porque los presuntos compradores daban menos de 2.000 millones y el Banif llegaba a las navidades con el 60,5% del capital propiedad del Estado. Y el nuevo Gobierno socialista no quería que cargara sobre sus espaldas un problema del anterior gobierno conservador.

Banif, un banco nacido en Madeira y donde tiene el 30% del mercado, es un pilar del Gobierno autónomo de aquel archipiélago donde el PSD ha gobernado durante décadas. Ahora con este grave perjuicio para las arcas públicas, los partido PS, PCP y Bloco de Esquerda han pedido una comisión de investigación en el Parlamento para buscar responsabilidades de gestión de este banco dirigido por Jorge Tome, un hombre del PSD que anteriormente dirigió, catastróficamente, la Caixa Geral de Depósitos, que va a ser el siguiente dolor de cabeza del Gobierno socialista de António Costa.

La venta al Santander y los perjuicios públicos le van a suponer al Gobierno seguir en la senda del déficit excesivo. Por séptimo año consecutivo cerrará el ejercicio por encima del 4%. La previsión del anterior ejecutivo era del 2,7%, aunque luego matizó que quedaría por debajo del 3%. Sin embargo, el nuevo ministro socialista de Finanzas, Mario Centeno, al llegar al Gobierno lo primero que ha hecho ha sido congelar gastos de la Administración pública para no rebasar ese sagrado 3%. Ahora todo ello se va al traste, a no ser que el primer ministro Costa consiga en Bruselas alguna eximente.

Banif es la primera patata caliente que le ha dejado el anterior gobierno conservador al nuevo socialista; la siguiente es Novo Banco, cuya venta debería cerrarse en enero y con la que también se cuentan con grandes pérdidas. Los presumibles compradores no van a llegar a los 2.000 millones cuando se le han inyectado cerca de 4.900 millones de euros. Y también tendrá que encarar el Gobierno la situación de la Caixa Geral, el primer banco del país; de Montepío y del BCP. Todos ellos con ayudas públicas o con situaciones delicadas. Antes de esta venta de Banif, el Estado portugués era el propietario del 40% de todo el sistema bancario del país.


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