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Enel se asegura el 70% de los beneficios de Endesa hasta 2019

La eléctrica española revisa alza el plan de inversiones y la obtención de beneficios

Miguel Ángel Noceda

Endesa repartirá todo su beneficio ordinario neto entre los accionistas, en efectivo, entre 2015 y 2019, según el plan aprobado ayer por el consejo de administración de la empresa. Esto supone que el reparto, que se aplicará “salvo cuando concurran circunstancias excepcionales”, supone que Enel se asegura el 70% de los beneficios obtenidos por su filial española, en la que tiene esa participación, hasta el final del periodo. Además, la firma ha actualizado el Plan Estratégico 2016-2019. La previsión es alcanzar este año un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 3.000 millones y un resultado neto de 1.000 millones.

El grupo eléctrico Endesa ha ampliado su política de dividendos tres años más, asegurando a sus accionistas la remuneración del 100% de los beneficios hasta 2019 (incluido 2015), además de mejorar las inversiones y la obtención de recursos. De acuerdo a los beneficios previstos para este año, 1.000 millones, su principal accionista, el grupo italiano Enel, que posee el 70%, se asegura unos ingresos de 700 millones de euros, que irán creciendo paulatinamente durante los cuatro próximos.

Enel redujo su participación, que era del 92%, al 70% tras una oferta pública de venta (OPV) a finales de 2014. Posteriormente, subrayó su vocación de permanencia después de plantearse la posibilidad de continuar la reducción de su presencia. Ahora, el objetivo del consejo de administración es que el dividendo ordinario se realice exclusivamente en efectivo mediante su abono en dos pagos (enero y julio) en la fecha concreta que se determine en cada caso y que será objeto de adecuada difusión.

El plan tiene dos partes. En una primera, comprendida entre 2015 y 2016, el dividendo ordinario que se acuerde repartir con cargo a ambos ejercicios será igual al 100% del resultado neto atribuible en caso de que dicho importe sea superior al que resultaría de aplicar el crecimiento mínimo del 5% respecto del dividendo ordinario repartido con cargo al ejercicio anterior. Es decir, que se destinará o el 100% del beneficio o un 5% más que en 2014, según sea más conveniente para los accionistas. Para la segunda parte del plan (años, 2017, 2018 y 2019), el dividendo ordinario será igual al 100% del beneficio ordinario neto atribuible.

Inversiones

En paralelo, y para posibilitar la maximización de la remuneración, la compañía que preside Borja Prado ha establecido una estrategia económica que prevé una generación de caja que, por un lado, permite mantener los niveles de endeudamiento de la compañía.

En ese sentido, Endesa ha revisado al alza su Plan Estratégico 2016-2019, con una previsión de lograr este año un resultado bruto de explotación (Ebitda) de aproximadamente 3.000 millones de euros y un resultado neto de 1.000 millones, por encima de los objetivos marcados previamente. Para 2016, estima alcanzar un Ebitda de 3.200 millones de euros, frente al objetivo anterior de 3.100 millones, y un beneficio neto de 1.300 millones,por encima de los 1.100 millones marcados anteriormente.

El beneficio neto de Endesa en los nueve primeros meses de 2015 ascendió a 1.206 millones, cifra similar a la obtenida en el mismo periodo del ejercicio anterior (1.208 millones) a pesar de no incluir el resultado generado por el negocio latinoamericano, vendido a Enel en 2014.

La compañía sostiene que no solo mantendrá el compromiso de invertir 4.400 millones en España y Portugal en el periodo citado, sino que acelerará el plan inversor. Es decir, adelantará a 2016 la culminación de proyectos, entre ellos el despliegue de los contadores inteligentes para implantar la facturación horaria. Por ello, el 46% del plan de inversiones se vuelca en distribución, mientras que un 32% se destina a generación, un 12% a extrapeninsular y un 10%, a comercialización.

Endesa considera que las centrales de carbón competitivas podrán estar en funcionamiento al menos hasta final de la próxima década y el resto se cerrarán de forma gradual. Asimismo, cree que la vida útil de las centrales nucleares españolas podría ampliarse a los 60 años como en Estados Unidos, toda vez que existen criterios “técnicos y de seguridad” necesarios y es “competitiva, segura y libre de CO2, estabiliza y reduce” los precios del mercado mayorista. El carbón supone el 32% de la generación en Endesa y la nuclear, el 36%. La eléctrica, que aboga también por desarrollar las renovables, insiste en eliminar los costes de la política energética de la factura de electricidad, que suponen un 60% de la factura. Asimismo, solicita que se promuevan las interconexiones siguiendo análisis de coste-beneficio y la interconexión fiscal en la Unión Europea.

Endesa, por otra parte, espera que el ejercicio 2014 se cierre con un superávit de tarifa de 650 millones, que se elevará a 850 millones en 2015, a 1.300 millones en 2016 y a 1.500 millones en 2017. Tras pronosticar estos excedentes, propone reducir o eliminar el impuesto de generación de electricidad del 7% a partir de 2016 y aliviar la factura. Según sus cálculos, la demanda eléctrica peninsular aumentará un 2,9% en 2015, frente a la estimación anterior del 2,7%, si bien en 2016 lo hará a un ritmo del 1,8%, dos décimas inferior al 2% pronosticado anteriormente, y el 1,7% en 2017, una décima menos que la estimación anterior.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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