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Cabify también se juega su futuro en los tribunales

Un juzgado de Madrid dilucida este miércoles si cierra cautelarmente la aplicación como pide una asociación de taxistas

Ramón Muñoz
Un usuario consulta el trayecto en la aplicación Cabify.
Un usuario consulta el trayecto en la aplicación Cabify.

Cabify, la aplicación de alquiler de chóferes con vehículo que funciona como una alternativa a los taxis, se juega su futuro en los tribunales. El juzgado de lo mercantil número 12 de Madrid celebra este miércoles la vista en la que se dilucidará la suspensión cautelar de la actividad tras la denuncia interpuesta por la Federación Profesional del Taxi que considera que firma de Internet ejerce una competencia desleal en su sector.

Esta asociación de taxistas exige la paralización de Cabify porque entienden que, en realidad, funcionan como una empresa encubierta de taxis puesto que los conductores de la plataforma prestan el mismo servicio de recogida de pasajeros en trayectos urbanos sin atenerse a las limitaciones de la actividad de los chóferes que se alquilan junto con su vehículo. Asimismo, solicitan que se prohíba cualquier publicidad comparativa con las tarifas o las condiciones del servicio de taxis en la web de Cabify.

Cabify considera que la denuncia no tiene sentido porque no llevan a cabo ningún tipo de competencia desleal con el servicio del taxi ni se parecen a ninguna alternativa como pudiera ser Uber, ya que funcionan con licencias de vehículos de transporte con conductor (VTC), y cumplen  todos los requisitos legales.

No es la primera vez que un proyecto empresarial relacionado con el transporte y la economía colaborativa se enfrenta a los tribunales. Uber, la plataforma de trayectos privados urbanos entre particulares, fue declarada ilegal en toda España en diciembre de 2014 por un juzgado mercantil de Madrid. Por su parte, BlaBlaCar, la aplicación que sirve para compartir coche en viajes interurbanos, está a la espera de que un juzgado madrileño dilucide sobre la demanda de la patronal de transporte de viajeros por autobús (Fenebus), que también pidió su suspensión cautelar. Se espera que el fallo se de a conocer durante el presente mes de noviembre.

Cabify no solo había esquivado los juicios desde que fue creada en 2011 sino que sigue atrayendo el dinero de los inversores. El mes pasado cerró una nueva ronda de financiación por 12 millones de dólares (10,6 millones de euros), con firmas como Rakuten, líder mundial en comercio electrónico, o el fondo de inversión español Seaya Ventures.

La plataforma trabaja fundamentalmente con empresas, segmento al que está ligado dos tercios de su facturación, desde grandes multinacionales como FCC o Securitas a pequeños y medianos negocios. Cuentan con 500.000 usuarios en las 14 ciudades en las que opera (Madrid, Barcelona, A Coruña, Málaga, Valencia, Bilbao, Vitoria, Tenerife, Santiago de Chile, Lima, Bogotá, México D.F., Querétaro y Monterrey), aunque más de 150.000 están en España.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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