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“Nunca creí probable ganar el premio”

El Nobel habla de sus orígenes humildes y promete seguir trabajando contra la pobreza

El Nobel de Economía 2015, Angus Deaton, este lunes en la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, EE UU).
El Nobel de Economía 2015, Angus Deaton, este lunes en la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, EE UU).P. FOLEY (EFE)

El flamante premio Nobel de Economía 2015 no se veía entre los favoritos para hacerse con el galardón de la Academia Sueca. "Siempre pensé que era improbable que ganara este premio porque nunca tuve un campo definido", ha señalado este lunes Angus Deaton (Edimburgo, 1945) en la Universidad de Princeton (Nueva Jersey), de la que es profesor desde su llegada a Estados Unidos hace 32 años. El catedrático escocés supo del premio por una llamada telefónica de una persona "con una voz muy sueca" en la que decía que se trataba de un asunto "muy importante". "No estaba esperando en la cama a las seis de la mañana esperando la llamada", ha señalado el catedrático de 69 años. El jurado del Nobel le ha reconocido el trabajo del por su análisis sobre pobreza y bienestar social.

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"En la llamada fueron muy amables conmigo para asegurarse de que no pensara que era una broma. Por supuesto que en un primer momento pensé que era una broma muy bien hecha". Deaton empezó a creer que esa llamada era real y que él era el premiado cuando escuchó la voz de dos miembros del jurado que ya conocía. "Debo haberle dado las gracias 150 veces". El matemático escocés no estaba entre los grandes favoritos para hacerse con el prestigioso premio de la Academia Sueca, entre los que se encontraban los estadounidenses John A. List, Charles F. Manski y el británico Richard Blundell, quien, como Deaton, ha recibido el premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA por sus estudios sobre políticas públicas.

"Nunca me he asentado", ha apuntado Deaton en rueda de prensa. "Sigo estando realmente preocupado por la desigualdad. Me preocupa un mundo en el que los ricos escriben las reglas". Deaton proviene, según sus propias palabras, de una familia humilde. El Nobel honró, en especial, la figura de su padre, minero, quien le permitió volcarse en la lectura en contra del criterio de otros miembros de su familia que le instaban a trabajar desde joven.

Deaton recibirá 8 millones de coronas suecas (870.000 euros) por el galardón pero, según ha señalado este lunes, aún no sabe qué hará con el dinero. La Academia advirtió ayer de que el premio no es técnicamente un Nobel de Economía, como se conoce coloquialmente, sino el Premio del Banco de Suecia en Memoria de Alfred Nobel.

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