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China, el gran ausente del TPP

La segunda potencia económica mundial promueve otros acuerdos regionales, como el RCEP, y pactos de comercio bilaterales

Macarena Vidal Liy

En el que puede ser el mayor acuerdo comercial de la historia, y que incluye al 40% de la economía mundial, un actor destaca por su ausencia: China. Pekín ve con suspicacia un acuerdo que teme que EE. UU. haya impulsado para contener el auge de la segunda potencia. Declaraciones como las del ministro de Economía japonés, Akira Amari, que ha asegurado que el TPP tiene una importancia regional estratégica más allá del comercio, o las del propio Barack Obama al declarar en su anuncio que “no podemos dejar que países como China escriban las reglas de la economía mundial”, contribuyen a esa percepción.

De ahí el calculado desinterés en las primeras reacciones en los medios oficiales en China. El periódico “Global Times”, propiedad del Diario del Pueblo —órgano del Partido Comunista— criticaba este lunes los retrasos para llegar a un acuerdo en la recta final de la negociación para señalar que “el difícil nacimiento de un acuerdo revela una mezcla de expectativas”.

Es indudable, señala en conversación telefónica desde Boston, donde se encuentra, el profesor Xiang Bing, decano de la Escuela de Negocios Cheung Kong en Pekín, que una vez esté en vigor el acuerdo “las compañías chinas podrían verse en desventaja”. En su opinión, China, como principal potencia comercial del planeta, “debe formar parte de cualquier acuerdo global de comercio”, aunque para ello tendrá que completar su proceso de reformas económicas y “colaborar con la comunidad global para alcanzar esa meta”.

No es que de repente China vaya a quedar excluida del intercambio en la región. Pekín, cuya balanza comercial alcanzó en 2013 los 351.766 millones de dólares, cuenta ya con acuerdos de libre comercio con 8 de los 12 países miembros del TPP —todos menos Canadá, EE. UU., México y Japón—. También considera en la actualidad un pacto trilateral con Tokio y Seúl cuyas negociaciones han cobrado nuevo impulso en los últimos meses.

Asimismo, China promueve otras alternativas al TPP en la región, que abarca cerca de la mitad del comercio global y el 40% de la población del mundo. Apoya las negociaciones para el establecimiento de otro acuerdo comercial, el RCEP o Asociación Económica Extensiva Regional, que incluiría a los 10 países de la ASEAN y a los 6 con los que este grupo tiene ya tratados de libre comercio. Además, en la cumbre de la APEC en Pekín en noviembre pasado logró que este foro de cooperación apoyara dar los primeros pasos hacia un Acuerdo de Libre Comercio para Asia Pacífico (FTAAP). Aunque esos proyectos se encuentran aún en estado embrionario.

Más avanzados están otros proyectos multilaterales, como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII), con los que China pretende abrir campo a sus inversiones.

El primer ministro chino, Li Keqiang, declaraba al Financial Times en marzo que “tenemos una actitud abierta hacia el TPP”. “Creo que para hacer progresar el comercio necesitamos ambas ruedas. Esto es, puede haber acuerdos bilaterales y acuerdos comerciales regionales, cada uno con sus características respectivas”.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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