La ley mexicana da la razón a la empresa de Aramburuzabala
Un Tribunal falla a favor de Abilia, la inmobiliaria de la empresaria, que había acusado de extorsión a la esposa de Joaquín López Dóriga
La historia que ha puesto en el foco de atención a la empresaria más poderosa de México, María Asunción Aramburazabala, parece llegar a su fin. Un tribunal del DF ha descartado el juicio por lesividad y ha aclarado que la construcción de un millonario complejo en el barrio de Polanco, uno de los más lujosos de la capital, cumple con todos los permisos marcados por la ley.
El fallo se ha conocido a un mes de que la empresaria, heredera del grupo cervecero Modelo y cuya pericia en los negocios ha conseguido multiplicar el patrimonio recibido por su padre, acusara públicamente a Adriana Pérez Romo de amenazas y extorsión. El escándalo estalló cuando se conoció el contenido de un vídeo que mostraba al abogado Mario Alberto Becerra Pocoroba, que representa al grupo de vecinos entre los que estaba la esposa de López Dóriga, en una reunión con representantes de la empresaria. En otras palabras, el pago de cinco millones de dólares y una sucesión de reformas al complejo que se sitúa al lado de la construcción a cambio de que la esposa del comunicador no utilizara sus influencias en contra del edificio.
Una vez estallado el escándalo, el despacho de Becerra Pocoroba se defendió argumentando que las negociaciones se habían mantenido desde hacía más de un año y que la esposa de López Dóriga no encabezaba al grupo de vecinos. Los representantes de Abilia, la inmobiliaria propiedad de la empresaria, cuentan una versión distinta.
Guillermo Buitano, director de Abilia, había aclarado a este periódico, dos semanas antes del fallo conocido este viernes, que la construcción cumplía con todos los permisos otorgados. Entonces añadió también que en sus más de 20 años de experiencia en el rubro, "nunca" se había enfrentado a una situación de este tipo. "Las negociaciones con los vecinos son habituales, pero nunca al extremo de exigir esa cantidad de dinero y cambios muy específicos en su edificio", afirmó.
Guillermo Buitano, director de Abilia, había aclarado a este periódico, dos semanas antes del fallo conocido este viernes, que la construcción cumplía con todos los permisos otorgados
Buitano también aseguró que la esposa de López Dóriga había mantenido dos encuentros privados con la empresaria antes de que el escándalo estallase y que sus exigencias fueron creciendo acorde con el tiempo. Las obras para la construcción del complejo de Rubén Darío 225, la manzana de la discordia en el pleito, fueron interrumpidas en cinco ocasiones.
El comunicador ha mantenido silencio salvo un par de declaraciones colgadas en su cuenta de Twitter cuando estalló el escándalo, mientras que la empresaria afirmó, a través de un comunicado, el "compromiso de la empresa con la transparencia en todas sus actuaciones" y rechazó "cualquier tipo de presiones mediáticas, amenazas o actos de influyentismo".
Si bien el capítulo por la construcción del complejo parece haber llegado a su fin, Aramburuzabala mantiene una demanda penal por extorsión en contra de Adriana Pérez Romo, Mario Alberto Becerra Pocoroba y otros vecinos.
