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El acero procedente de China preocupa en Latinoamérica

Las patronales siderúrgicas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú reclaman medidas que frenen las importaciones

Alejandro Rebossio
Las propias siderúrgicas latinoamericanas están operando a sólo el 75 % de su capacidad y no tienen dónde colocar sus excedentes. EFE/Archivo
Las propias siderúrgicas latinoamericanas están operando a sólo el 75 % de su capacidad y no tienen dónde colocar sus excedentes. EFE/ArchivoEFE

El acero chino es un 6% más barato que el del resto del mundo y se produce en fábricas estatales en condiciones de competencia desleal y sin responder a criterios de mercado. Así lo creen las patronales siderúrgicas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, que este mes han remitido una carta conjunta a los Gobiernos para reclamar medidas que frenen las importaciones. Entienden que la desaceleración de su economía empuja al gigante asiático a vender a Latinoamérica lo que ya no puede colocar en su mercado.

La ralentización del gigante asiático no solo afecta a América Latina por el lado de la depreciación de las materias primas que esta región le exporta. Según las patronales, pone en riesgo su industria, cuya evolución también se ha visto perjudicada por el propio frenazo latinoamericano.

En Brasil, las plantas siderúrgicas despidieron a 11.188 empleados en los últimos 12 meses y se aplazaron inversiones por 1.900 millones de euros. En México, las fábricas anunciaron que dejaban en la calle a 11.000 trabajadores y también cancelaban proyectos de ampliación.

Tubos más baratos

En Argentina, la planta más emblemática del sector, la del grupo local Techint en Campana (70 kilómetros al norte de Buenos Aires), se vio directamente afectada, elabora tubos para la industria petrolera y exporta el 70% de su producción. La caída de la cotización del crudo ha reducido las inversiones en los pozos, ha presionado a una bajada de los costes y China ha aprovechado para ofrecer sus tubos, más baratos pero también inferior calidad.

Techint ha impuesto suspensiones rotativas a 3.300 empleados, que pasan a cobrar el 85% de su salario los días de descanso obligado. La planta de Campana está al 30% de su capacidad, uno de los niveles más bajos de su historia. De todos modos, Argentina, con sus restricciones generalizadas a la importación, no ha visto un incremento importante de las importaciones desde China, como ha sucedido en Brasil, México y Colombia. En la región, las exportaciones de acero chino a Latinoamérica crecieron un 29% hasta abril.

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