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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Una recuperación intensiva en empleo

Los datos de la EPA del segundo trimestre, publicados esta semana, confirman los buenos resultados de la economía española durante la primera mitad del año.

La población en edad de trabajar (16 a 64 años) mantuvo su tendencia a la baja descendiendo en 44.000 personas respecto al trimestre precedente. Sin embargo, la población activa aumentó en términos desestacionalizados en 63.000 (dada la fuerte estacionalidad del mercado laboral español, las variaciones sobre el trimestre precedente sólo tienen sentido en estos términos, que es como se analizarán los datos en adelante). Como consecuencia, la tasa de actividad de este grupo de edad, la más significativa, aumentó en tres décimas porcentuales, hasta el 75,7% (gráfico superior izquierdo). Es muy probable que en este aumento haya algo de erraticidad (los bruscos sube-y-bajas, o dientes de sierra, que se observan en el gráfico), pero también cabe ver una tendencia al alza que se explicaría por la propia mejora del empleo desde comienzos de 2014 (efecto llamada, contrario al efecto desánimo).

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El 77,6% de los activos estuvieron ocupados en este trimestre y el 22,4%, parados. Los primeros aumentaron en casi 200.000, hasta 17,85 millones de personas. Es un aumento elevado, pues en términos porcentuales supone un crecimiento trimestral anualizado del 4,6%, superior al que se prevé para el PIB en este periodo (entre el 4% y 4,5%). Como se ve en el gráfico superior derecho, este aumento es notablemente mayor que el del trimestre precedente (2,5%), lo que se explicaría sólo en parte por el mayor crecimiento del PIB. Ello sería otro argumento para concluir que las cifras de la EPA de este trimestre estarían sesgadas al alza y las del anterior a la baja, todo ello dentro del margen de error propio de esta estadística. Lo importante es que el crecimiento del empleo está muy cercano al del PIB y que, al igual que este, su tendencia se ha acelerado en los últimos trimestres mejorando las expectativas. Ello se explicaría en parte por una serie de factores transitorios (viento de cola, incluido el efecto del ciclo electoral sobre la actividad constructora y la creación de empleo público), por lo que es previsible que los ritmos de crecimiento del PIB y del empleo se desaceleren ligeramente en los próximos trimestres.

Un aspecto que da robustez a la creación de empleo es que esta se produce en todos los sectores. Es destacable el crecimiento superior al 6% anualizado en la industria y al 3% en los servicios de mercado. Otro hecho positivo es que los jóvenes empiezan a tener oportunidades, ya que se observa un notable crecimiento porcentual de los ocupados entre 16 y 24 años en los tres últimos trimestres.

Los datos de la EPA del segundo trimestre confirman los buenos resultados de la economía española durante la primera mitad del año.

Respecto a la calidad del empleo creado, disminuye el empleo a tiempo parcial y aumenta el de tiempo completo, por lo que desciende la tasa de parcialidad. En cambio, el crecimiento de los trabajadores con contrato indefinido se modera en este trimestre, al tiempo que se acelera fuertemente el de los contratados temporales, que crecen muy por encima de los primeros, por lo que la tasa de temporalidad sube siete décimas, hasta el 25,1% de los asalariados (gráfico inferior izquierdo). Desde que se inició la recuperación esta tasa ha aumentado 2,5 puntos. La reforma laboral ha servido de poco para afrontar este grave problema del mercado laboral español.

La diferencia entre los activos y los ocupados dio 5,16 millones de parados, 135.000 menos que en el trimestre precedente. La tasa de paro disminuyó seis décimas, hasta el 22,4% (gráfico inferior derecho). Por edad, la tasa de paro que más rápidamente desciende es la de los jóvenes entre 16 y 24 años, si bien, su nivel siendo muy elevado (49,2%). Un problema grave, que requiere una especial y rápida atención, es que los parados que llevan más de dos años en esta situación apenas descienden y ya suponen casi el 45% del total.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).

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