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Argentina dice que los ‘fondos buitre’ le piden 20.000 millones de dólares

La presidenta Fernández argumenta por qué se resiste a pagar a los acreedores

Alejandro Rebossio

Cristina Fernández de Kirchner aprovechó este miércoles la inauguración de una parte del Museo Malvinas, en homenaje a los caídos en la guerra por esas islas contra Reino Unido en 1982, para explicar los motivos por los que se resiste a pagar a los fondos buitre. “Hoy estamos inaugurando el Faro de la Soberanía”, proclamó la presidenta de Argentina antes de comentar esas razones, cinco días después de que un juez de Nueva York ampliara de 1.330 millones de dólares a 6.730 millones las demandas de esos fondos y otros acreedores que rechazaron la reestructuración de deuda del país sudamericano en 2005 y 2010. Para Fernández, la suma real de las demandas alcanzaría a 20.000 millones de dólares (algo menos de 18.000 millones de euros), 5.000 millones más que lo que su propio Gobierno calculaba el año pasado.

"El 16 de junio se cumplirá un año de la sentencia que condenaba a Argentina al pago usurario de papeles de deuda exterior en posesión de los fondos buitre que fueron adquiridos por muy pocos dólares y que en una insólita sentencia se nos aplica una tasa del 1.600% en dólares”, se quejó este miércoles Fernández. Hace un año, su ministro de Economía, Axel Kicillof, argumentaba que si les abonaba a los que reclamaban 1.330 millones, se acumularían demandas de otros inversores y la cuenta ascendería a 15.000 millones, el equivalente a casi la mitad de las reservas internacionales del país, con lo que se pondría en riesgo la economía en caso de abonarse en efectivo.

"Recuerdo las palabras de algunos argentinos, algunos que incluso son ahora candidatos, diciendo que debemos pagar y al contado", citó la presidenta de Argentina a uno de los aspirantes a sucederla en las elecciones de octubre próximo, el conservador Mauricio Macri. "Voces con mucho micrófono y mucho espacio mediático nos decían: ‘Si son apenas 1.600 millones’”, recordaba la cifra de 1.330 millones más las actualizaciones por retrasos en el pago. “Sostuvimos que no podíamos pagar. No solamente porque era una usura inaceptable, sino una afrenta a todos los que habían confiado en Argentina”, recordó que el 92,4% de los acreedores aceptó los canjes de deuda y solo el 7,6% lo rechazó.

Hace un año, el Gobierno argentino calculaba que las demandas llegarían a 15.000 millones

"Hace pocos días, y tal cual lo dijimos oportunamente, se cumplió lo que habíamos anunciado: incorporaron a otros fondos buitre (a la causa judicial en EE UU), y hoy no son 1.600 millones, sino 20.000 millones los que hay que pagar”, calculó Fernández, por encima de la cifra arrojada por su ministro de Economía un año antes. "Si emitiéramos bonos por esa cifra, estaríamos pagando al 7% de nuestros acreedores casi la mitad de lo que pagamos al 93%. ¿Qué noción de justicia y equidad?”, se preguntó la presidenta argentina.

Por el fallo judicial de EE UU a favor de los fondos buitre y la resistencia de Argentina a cumplirlo, el país sudamericano no ha podido pagar más desde julio pasado los vencimientos de deuda a los acreedores que sí habían aceptado la reestructuración en Nueva York y Londres. La crisis de deuda desatada entonces hacía temer el peor de los escenarios para la economía argentina, pero con la ayuda del financiamiento de China, entre otras medidas, la actividad evitó la caída, aunque se mantiene estancada.

“No nos equivocamos cuando tomamos esa decisión hace un año”, recordó Fernández su incumplimiento de la sentencia de EE UU. "Atrás quedaron las profecías de hace un año, nada de eso pasó”, recordó Fernández a quienes predecían una crisis brutal de la economía de su país para finales 2014.

“Este tema de la deuda no es solo una cuestión económica o financiera, es una cuestión de subordinación política para seguir aplicando políticas neoliberales que nos llevaron al desastre”, recordó la jefa de Estado la crisis política y socioeconómica que sufrió Argentina en 2001. Impedida su segunda reelección por norma constitucional, en diciembre próximo Fernández entregará el poder a quien venza en los comicios. El favorito a ganar en las primarias kirchneristas de agosto es el moderado Daniel Scioli, cuyo asesor económico MIguel Bein propone pagarles a los buitres pero con una quita del 30%, menor a la de las reestructuraciones de 2005 y 2010. El día en que se resuelva el conflicto judicial con el 7,6% que rechazó los canjes de deuda, Argentina podrá volver a abonar sus obligaciones con parte del 92,4% que los aceptaron y que tienen títulos públicos emitidos bajo las jurisdicciones de Nueva York y Londres.

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