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Viesgo prepara un plan de crecimiento tras recuperar el nombre

La exfilial de E.On, controlada por los fondos australiano Macquarie y el kuwaití Wren House, se basa en "un nuevo soporte financiero y estratégico"

Miguel Ángel Noceda
Nueva imagen de Viesgo.
Nueva imagen de Viesgo.

Vuelta a los orígenes para afrontar el futuro. Desde hoy la antigua Electra de Viesgo, hoy E.On España, se llama Viesgo. A secas. Los nuevos accionistas de la entidad, el fondo australiano Macquarie y la firma Wren House, del fondo soberano Kuwait Investment Authority (KIA), han optado por lo más fácil después de barajar varias opciones. En palabras de su presidente, Miguel Antoñanzas, “volver a su esencia, manteniendo su foco y fuerza territorial, impulsada por un nuevo soporte financiero y estratégico”.

El lanzamiento de la marca irá acompañado, en un plazo corto, con un plan estratégico centrado en consolidar su red de activos en España y considerar la posibilidad de crecimiento mediante inversiones y, si surgen oportunidades, adquisiciones. De momento, no obstante, es pronto para concretar y cuantificar el plan, según manifestó Antoñanzas a la prensa asistente a la presentación, que se hizo primero en Madrid, donde cuenta con una sede operativa, y luego en Santander, sede social del grupo.

Viesgo es la quinta eléctrica española por tamaño con un parque instalado de 4.150 megavatios (MW) de energía convencional y renovable, repartidos por Cantabria, Asturias, Galicia, las dos Castillas, Andalucía y Cataluña. Además, posee más de 33.000 kilómetros de redes de distribución y 650.000 clientes.

Electra de Viesgo fue creada en 1906 asociada a la central hidráulica de Puente Viesgo, en Cantabria, y a la línea eléctrica de 25 kilómetros que la unía con Santander. A lo largo del siglo XX realizó una expansión hacia el noroeste implantándose en Asturias, León y Lugo. En 1983 fue adquirida por el Banco Santander que, en 1991, la vendió a Endesa, y se convirtió en moneda de cambio para firmar la paz entre Acciona y Enel, que se quedaron con la mayor parte de la antigua eléctrica pública, y la alemana E.On., que pugnaban por el antiguo grupo público.

Además de la antigua Electra de Viesgo, E.On se quedó con varias centrales de ciclo combinado (Escatrón, Tarragona y Bahía de Algeciras) y de carbón (Los Barrios y Puente Nuevo, ambas en Andalucía). Aparte de los activos hidráulicos, ha desarrollado una importante actividad en parques eólicos (cuenta con 12 en España y cuatro en Portugal) y, en menor media, centrales de biomasa.

E.On se desprendió de su filial española a principios de este año por 2.500 millones de euros después de un proceso de varios meses en el que se interesaron varios grupos españoles y extranjeros. Entre ellos, la propia Endesa que quiso recuperar los activos de comercialización y redes de su antigua filial. Además, pujaron Gas Natural Fenosa en consocio con Madrileña Red de Gas, el grupo Villar Mir con First State Investment y el fondo CVC.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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