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Ruiz-Mateos deberá pagar 92 millones por pagarés de Nueva Rumasa

Un juzgado le declara responsable del concurso de una sociedad emisora de los bonos

El empresario José María Ruiz-Mateos, en una imagen de archivo.
El empresario José María Ruiz-Mateos, en una imagen de archivo. CLAUDIO ÁLVAREZ

El Juzgado de lo Mercantil número 11 de Madrid ha condenado al empresario jerezano José María Ruiz-Mateos y a su hijo Francisco Javier a abonar más de 92 millones de euros a los acreedores de la sociedad José María Ruiz Mateos, principal emisor de los pagarés de Nueva Rumasa.

La sentencia declara responsables del concurso de la sociedad al padre y al hijo, a los que condena a que abonen el déficit patrimonial de la empresa. En el fallo se absuelve al empresario Ángel de Cabo y a su segundo, Iván Losada, ya que la despatrimonialización de la compañía fue anterior a su entrada en la misma, al tiempo que se absuelve al sobrino de Ruiz Mateos, Zoilo Pazos, por ser solo el administrador de derecho y no de hecho, ya que lo eran los Ruiz-Mateos.

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Nueva Rumasa, integrada por más de un centenar de empresas, surgió de los restos de Rumasa, el holding que el Estado expropió en febrero de 1983. El nuevo conglomerado de Ruiz-Mateos se desmoronó en febrero de 2011 tras atrapar a miles de inversores. El empresario anunció entonces que las 10 principales firmas del grupo Nueva Rumasa se acogían a la situación preconcursal, paso previo al concurso de acreedores. Alrededor de 5.000 inversores, según sus datos, habían comprado pagarés o acciones de empresas de Nueva Rumasa pese a las reiteradas advertencias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Nueva Rumasa, ante los problemas de financiación y las deudas acumuladas, captó dinero de pequeños inversores durante dos años mediante una serie de emisiones. El grupo de la familia Ruiz Mateos escapó al control de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ya que las características de las operaciones (el importe nominal era de 50.000 euros y no intervenía ninguna entidad financiera en la colocación de los pagarés) las dejaban fuera del ámbito de supervisión del organismo.

A pesar de ello, la CNMV, acogiéndose al principio de protección a los inversores recogido en la Ley del Mercado de Valores, publicó varios comunicados de advertencia de los riesgos de las colocaciones de Nueva Rumasa.

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