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Iberostar paga 550.000 euros por su marca madre: Viajes Iberia

La empresa de Fluxá vendió el negocio minorista en 2006 por 900 millones a Orizonia

La familia Fluxá, propietaria de la multinacional turística Iberostar, ha pagado 550.000 euros en una subasta judicial para hacerse con la propiedad de la que fue su marca madre y germen de la compañía: Viajes Iberia. En 2006, Iberostar vendió su amplia rama de turismo minorista por 900 millones a los fondos Carlyle, Vista e ICG, para concentrase en su negocio hotelero. Los fondos montaron un macro operador, Orizonia, que se hundió en 2013 por las deudas acumuladas. La disputa y desencuentros en la compra de activos entre Barceló y Globalia terminó haciendo encallar a la compañía.

Ahora, se están vendiendo los últimos activos de la compañía tras haberse liquidado el resto y después de que los tribunales declarasen culpable el concurso de acreedores en 11 de las sociedades de Orizonia, lo que derivó en la exigencia de una indemnización de 159 millones. Viajes Iberia tiene un valor más que simbólico para Miguel Fluxá, presidente de Iberostar, porque la agencia de viajes fue lanzada hace más de medio siglo en Mallorca por su padre, el pionero Lorenzo Fluxá, quien diversificó al negocio del turismo su original industria zapatera de Inca.

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En la subasta, Iberostar ha disputado a Iberia la titularidad de un marca que, precisamente, Orizonia dejó de usar al lanzar su propia red, algo para lo que optó por una desaliñada Vibo. La puja ha sido reñida.

En el proceso de ida y vuelta de Viajes Iberia al paraguas de Iberostar, las cifras han sufrido un gran baile. Fluxá vendió la división de viajes en 2006 e ingresó 850 millones con ello. Entonces, destinó los fondos obtenidos en la operación a invertir en ACS ( más de un 5%), donde su participación ha sufrido una muy considerable pérdida de valor por la caída de la acción. En 2014, Fluxá provisionó 147 millones por esta inversión.

En la subasta judicial de activos de Orizona, cuyo número supera el medio centenar, el grupo Barceló se hizo con la marca Iberojet, para lo que pagó 85.000 euros. Por unos simbólicos 1.000 euros y menos se quedó con Turavia, Orbest y Viva Tours. A su vez, Globalia adquirió Aerobalear por 1.000 euros y Solplan por poco más de 2.000.

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