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Tecnológicos e internacionales

Los empresarios se ven preparados para modernizarse y salir al exterior

Thiago Ferrer Morini
Contenedores en el puerto de Barcelona.
Contenedores en el puerto de Barcelona.DAVID RAMOS (BLOOMBERG)

Con una economía renqueante en casa, muchos empresarios españoles han mirado y aún miran más allá de las fronteras en busca de la solución a sus problemas, sea para aumentar sus beneficios, compensar el descenso drástico de las ventas o, simplemente, para la mera supervivencia. Por otra parte, el fin del boom del ladrillo dejó en evidencia la obsolescencia de muchas de las bases tradicionales de la economía española, y sirvió como toque de atención para que los empresarios buscasen formas de modernizar y tecnificar sus líneas de negocio.

Para los directivos que participaron en el Barómetro de Empresas elaborado por Deloitte para EL PAÍS, sus empresas están listas para ambos desafíos. El 84% de los encuestados cree que sus compañías están preparadas para aplicar los avances tecnológicos en su negocio, mientras que solo el 11% cree que no. El 5% no sabe o no quiere contestar.

Este optimismo de los directivos se desvanece levemente a la hora de calificar el grado de innovación tecnológica en sus negocios. El 42% cree que su compañía tiene un nivel alto, mientras que un 41% se limita a considerarlo medio. Un 14% reconoce que sus sociedades innovan poco o nada.

Los empresarios son igualmente entusiastas al considerar cuán listas están sus compañías para salir al exterior. El 64% de los encuestados cree que sus empleados tienen las capacidades necesarias para llevar a cabo la internacionalización de su negocio. Un 20% considera lo contrario, mientras que un 16% no sabe o no contesta.

2015 será un año electoral clave en España, primero con las elecciones municipales y autonómicas, previstas para mayo, y luego con las generales, que deberán celebrarse a finales de año. Además, tanto en Cataluña como en Andalucía —las dos comunidades autónomas más pobladas— las fechas de los comicios están cerradas.

Con esa perspectiva, la opinión de los empresarios acerca de las políticas económicas del Ejecutivo cobra súbitamente mucha más importancia. En esta edición del barómetro, el porcentaje de directivos que afirmaron tener una buena opinión acerca de la actuación del Gobierno en materia de economía es del 21%, dos puntos más que en el primer semestre de 2014. La proporción de los que consideran que es muy buena también creció, pero sigue siendo extremadamente magra: de un 2% a un 3%.

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Sin embargo, el porcentaje de empresarios que opinan que la acción del Ejecutivo en economía ha sido "mala o muy mala" cayó 11 puntos, de un 50% a un 39%. El porcentaje de los más críticos ("muy mala") también descendió, del 14% al 9%. El 37% de los empresarios declara ser indiferente ante las políticas del Gobierno, ocho puntos más que hace seis meses.

En concreto, los empresarios son especialmente críticos ante las políticas de I+D (un 65% de los encuestados tiene una opinión negativa, ante un 61% de hace seis meses), gasto público (65% frente al 68% de julio) y fiscalidad (61%, cinco puntos menos que en el anterior barómetro). Por otra parte, y aunque ninguna de las políticas tiene el respaldo de más de la mitad de los encuestados, las políticas con respecto a la inflación (con un 35% de opiniones positivas) y fomento de las exportaciones (un 34%) están relativamente bien valoradas.

Una de las medidas más discutidas del Gobierno de Mariano Rajoy, la reforma laboral, ha tenido un efecto en el mercado de trabajo. Según el barómetro, el porcentaje de empresarios que prevé que el número de trabajadores fijos va a aumentar es muy similar al que considera que crecerán los contratos eventuales. Según Deloitte, esto se debe a que tras la reforma laboral, los directivos ya no tienen tantas reticencias a hacer contratos fijos por miedo a la penalización a la hora de despedir.

Los resultados del barómetro también muestran que los directivos españoles terminaron 2014 prácticamente con la misma opinión acerca del estado de la economía que hace seis meses. El 66% de los encuestados afirmó que la situación económica había mejorado con respecto a la situación del primer semestre del año. Es casi la misma cifra que la registrada seis meses antes (65%) y 20 puntos mayor que la apuntada en los seis últimos meses de 2013.

El número de los que notaron un empeoramiento de la situación también continúa prácticamente igual. Si en julio un 8% de los encuestados afirmaba que la economía española había evolucionado a peor durante la primera mitad del año, en el último sondeo esa cifra se reduce al 6%.

Estos resultados encajan con las previsiones que los propios empresarios hacían hace seis meses. Entonces, un 67% de los directivos creía que la situación iba a mejorar, mientras que un 29% consideraba que iba a seguir tal cual. Solo un 4% esperaba que la coyuntura económica fuese a ir a peor.

El sector que mejor considera la evolución de la economía en el último semestre del año es el de los servicios y la consultoría: el 87% de los empresarios del ramo considera que la coyuntura del país ha mejorado. Le siguen el sector tecnológico (con un 83%) y el de la banca y finanzas (un 78%). Por otro lado, ningún empresario del sector inmobiliario ha afirmado que la economía ha ido a mejor, y uno de cada tres considera que ha empeorado.

Las perspectivas de los empresarios para los primeros seis meses del año son aún mejores. Tres cuartas partes de los 297 encuestados afirman que la situación económica va a mejorar, mientras que el 22% cree que seguirá igual. Solo un 2% de los consultados es pesimista.

Pero cuando se les pregunta a los directivos cuál es el estado de su sector empresarial en concreto, las respuestas se tuercen. Solo el 36% de los encuestados cree que su área de negocio ha mejorado en los últimos seis meses, mientras que el 44% considera que ha permanecido igual.

De los 18 sectores en los que se dividen las empresas encuestadas, solo en tres —transportes, bienes de consumo y banca— la mayoría de los empresarios considera que su sector ha mejorado durante el último semestre del año pasado.

Aun así, las perspectivas para la primera mitad del año son buenas. El 57% de los empresarios cree que su sector va a mejorar en los primeros seis meses de 2015, frente a un 6% que cree que empeorará. Las áreas de negocio más pesimistas son el inmobiliario, las materias primas (agricultura, ganadería, minería y pesca) y el sector de la energía.

El optimismo también se refleja en la evolución prevista por los empresarios en varios indicadores macroeconómicos. Así, un 92% de los encuestados espera que las matriculaciones de vehículos se incrementen en el primer semestre del año, frente al 84% de hace seis meses. Aun en el sector del automóvil, el 84% cree que el consumo de carburantes crecerá durante la primera mitad de 2015 (21 puntos más que en el anterior barómetro).

Incluso los indicadores que en la anterior edición habían recibido las estimaciones más pesimistas han ganado fuerza: un 48% de los encuestados cree que crecerá la licitación de obra pública —frente a un 25% de hace seis meses— y un 49% espera que aumente la construcción residencial, 21 puntos más.

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