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¿Existe el juguete correcto?

Hay que prestar atención a la hora de buscar regalos para los más pequeños

Madre e hija eligen juguete.
Madre e hija eligen juguete.BERNARDO PÉREZ

Llegan épocas en las que las televisiones, revistas, marquesinas y cualquier soporte publicitario se copan de anuncios sobre juguetes infantiles. Conseguir descuentos en las compras navideñas es clave. Los más pequeños de la casa reciben un amplio catálogo de juguetes entre los que poder elegir. Aunque lo digital haya llegado hasta a los más pequeños, los juguetes más tradicionales, los de “toda la vida” también siguen siendo los preferidos. El sector del juguete parece que mejora tras años en los que vieron cómo las ventas descendían. Según la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) el consumo en España de juguetes en 2013 tuvo un incremento del 0,32% respecto al año anterior, lo que pone el volumen total del mercado en 955,99 millones de euros. Ello supone que por cada niño se han gastado 135,03 euros en juguetes, lo que en cantidad de juguetes se traduce en 7 juguetes por niño.

Pero por desgracia no todas las familias tienen el poder adquisitivo suficiente para adquirir el juguete que el pequeño ha visto en televisión o el mismo que quiere su mejor amigo. El ahorro en este área también es una necesidad para muchos, y llevarlo a un extremo puede suponer que se lleguen a comprar juguetes que no cuenten con todos los protocolos de seguridad exigidos y por tanto que no sigan la normativa existente.

El juguete correcto, aquel que cumple la norma

Tanto a nivel nacional como europeo existen directrices que marcan la pauta para la fabricación y venta de juguetes de manera correcta, adecuada y sobre todo segura. Además no solo eso, sino que existe la armonización de normas internacionales para aquellos juguetes que provengan de países no europeos.

¿Qué hacer a la hora de comprar un juguete?

A tenor de las posibles falsificaciones y juguetes que pueden no seguir las pautas legales establecidas, lo mejor es no adquirir nunca un juguete que no cuente con el marcado “CE” ya que es un modo de garantizar que se han cumplido con las normas de seguridad de la Unión Europea. Además es importante que el etiquetado del juguete sea el correcto, que la información que ahí reside sea veraz y que no lleve a confusión –nombre de la compañía, dirección del fabricante o del importador… Hay que huir de las piezas pequeñas y desmontables, de juguetes con aristas y de productos que no estén adecuados a la edad del pequeño será siempre un acierto.

Es conveniente saber que en caso de que se produzca algún tipo incidencia se tienen una serie de derechos como consumidores y que los organismos públicos como por ejemplo la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) se convierten en el mejor asesor a la hora de interponer reclamaciones.

Ahorrar es importante, pero no a costa de la seguridad de los más pequeños, es importante que disfruten con juguetes que aporten garantías, confianza y seguridad, y sobre todo que cumplan con la legislación en dicha materia.

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