La gran empresa arropa a Bonet en la presidencia de las Cámaras
El acto ha contado con la presencia de los ministros de Economía, Luis de Guindos, Industria, José Manuel Soria, y Fomento, Ana Pastor
La gran empresa arropó ayer a José Luis Bonet, presidente de Freixenet, en la toma de posesión como primer presidente de la recién creada Cámara de Comercio de España, que sustituye al Consejo Superior de Cámaras. El valor de las empresas representadas en la primera fila (véase foto) alcanza en Bolsa 280.000 millones de euros, sin contar con El Corte Inglés y Mango, que no cotizan.
Bonet aceptó ocupar este cargo tras la petición del ministro de Economía, Luis de Guindos, que acudió al acto con los ministros de Industria, José Manuel Soria, y de Fomento, Ana Pastor. Bonet contará con la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, como vicepresidenta primera de la institución. Precisamente, la coincidencia de la fecha con una reunión ineludible en Londres con las autoridades competentes de Reino Unido impidió que Botín asistiera al evento, en el que estuvo la práctica totalidad del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), a cuya reunión tampoco pudo asistir.
Además de Botín, serán vicepresidentes los presidentes de las Cámaras de Comercio de Barcelona y Cantabria, Miguel Valls y Modesto Piñeiro. El presidente del Grupo Barceló, Simón Pedro Barceló, ocupará el cargo de tesorero. La candidatura de Bonet, única que se presentó, contó con el apoyo mayoritario de los 78 vocales del pleno. En concreto, de los 76 votos emitidos, 67 fueron favorables, hubo un voto nulo y ocho en blanco.
Bonet indicó que el nuevo organismo es el resultado de la apuesta del Gobierno por contar con un “potente modelo de cámaras que sirva de palanca de recuperación, consolidación y progreso económico” en apoyo de las empresas españolas, en especial para las pymes. Resaltó el objetivo de trabajar “en bien de la sociedad y de los intereses generales de las empresas”, así como de gestionar los planes de internacionalización y competitividad y la “leal colaboración” con el Gobierno en tanto que órgano consultivo, y a su misión en la gestión de fondos estructurales europeos.
