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La tarifa plana energética, ¿sí o no?

Las nuevas regulaciones de la electricidad y el gas complican al consumidor

Las nuevas tarifas obligan a vigilar el contador.
Las nuevas tarifas obligan a vigilar el contador.CONSUELO BAUTISTA

La factura de la luz ha sido, es y parece que seguirá siendo uno de los quebraderos de cabeza de los hogares españoles. Si a ello le sumamos la factura del gas en tiempos en los que el frío es la tónica predominante, el quebradero puede ser aún mayor. Con un sistema de fijación del precio de la luz que no solo aún no está dando el ahorro a los consumidores que el Gobierno creía, sino que además está subiendo el precio medio de la luz. De hecho, según informa la organización FACUA- Consumidores en Acción, el precio medio de la luz en el mes de octubre fue un 18,3% más caro que el de enero (cuando se implantó el nuevo sistema de fijación de precios).

Es por esto que muchos son los que se preguntan qué pueden hacer para conseguir tener un mayor control sobre el consumo y por lo tanto un mayor control sobre el gasto.

¿Compensa una tarifa plana de energía?

Con la nueva fórmula para fijar el precio de la luz, las compañías se pusieron en marcha para proporcionar a los consumidores una forma para que se “despreocupasen” por las subidas y bajadas de precio que podían producirse con el nuevo sistema. Por ello propusieron las “tarifas planas” o “tarifas fijas” que cogiendo como ejemplo las tarifas planas de telecomunicaciones, proponen pagar un precio cerrado, una cuota fija por un número de kilowatios a consumir – se consuman o no–.

Este último detalle es en el que hay que fijarse, ya que efectivamente se paga un mismo precio cada mes, pero en caso de sobrepasar el consumo de los kilowatios que han sido contratados en la tarifa, hay que abonar la diferencia a final de año, y esos kilowatios de más son a un precio elevado. La forma de saber si compensa este tipo de tarifa es si se consigue contratar la potencia exacta que necesita el hogar y por supuesto nunca pasarse de ella.

Desde la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) apuntan a que esta opción en todo caso es recomendable para la factura de la luz y para potencias elevadas, y que en los casos del gas por lo general no son económicas ya que se termina pagando más que con un consumo responsable.

Además, los expertos opinan que este tipo de tarifas no fomentan el consumo responsable de la energía, ya que se tiene “vía libre” para consumir “sin preocuparse” de la factura ­–muy entrecomillado por lo antes mencionado–, y no solo no lo fomenta sino que lo penaliza ya que se acabará pagando lo mismo si se consume o no.

Trucos “caseros” para ahorrar en calefacción

Aunque haya tardado en llegar, el frío ha venido y es para quedarse (al menos durante un tiempo). La calefacción se convierte en una aliada con la que hacer frente a las bajas temperaturas en el hogar. Ya que la calefacción es algo casi inevitable, qué mejor que unos pequeños trucos caseros – que no están de más volver a recordar–. Revisa la instalación, una instalación defectuosa aumentará el consumo. Controla la temperatura, subir en demasía el termostato aumenta la factura, es importante pensar que con cada grado menos se ahorra y si se dispone de un termostato programable, no dudar en utilizarlo bajando la temperatura de noche. Vigila puertas y ventanas, reforzar su aislamiento reduce la fuga de calor (con siliconas o burletes). El radiador no es para poner objetos, si se opta por ello se acaba obstaculizando la emisión de calor.

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