_
_
_
_
_

En electrodomésticos, lo caro sale barato

Elegir un producto de gama más alta puede suponernos un ahorro a largo plazo

Elegir bien nos permitirá ahorrar a largo plazo.
Elegir bien nos permitirá ahorrar a largo plazo.GETTY

Los datos sobre las ventas de electrodomésticos que ha recogido la Asociación Nacional de Fabricantes e Importadores de Electrodomésticos revelan que las ventas han crecido más de un 6% respecto al año anterior. Estas cifras pueden interpretarse como un indicador más del pequeño despegue que está experimentando la economía.

La economía doméstica de cada hogar es la que determina la posibilidad, o no, de adquirir un nuevo electrodoméstico. A partir de ahí, elegir el modo de pago más conveniente, decidir el presupuesto destinado a este fin o encontrar el modelo adecuado a nuestras necesidades son pequeños pasos a seguir para comprar el electrodoméstico que cubra todas nuestras necesidades.

¿Cuándo compramos nuevos electrodomésticos?

La mayoría de las veces que se adquiere un electrodoméstico suele ser para sustituir uno que ya esté en uso pero que se haya quedado obsoleto, ya sea por edad, por su estado o porque las necesidades del hogar han cambiado. En estos casos, para conseguir un ahorro se entrega el electrodoméstico antiguo. Por una parte, te ahorras el tener que deshacerte de él y, en algunos casos, puede que te hagan algún descuento especial.

En ocasiones se trata de nuevas adquisiciones por nuevas necesidades. La familia crece, el presupuesto familiar aumenta y nos permite nuevas comodidades o una mudanza, pueden ser motivos suficientes para nuevas compras.

¿Qué electrodoméstico comprar?

El presupuesto suele ser lo que marque el electrodoméstico que se adquiere. Más funciones, más eficiencia y comodidades, suele ir ligado a mayor precio. Para un perfil ahorrador lo que más le interesará será la combinación de las características del producto, su eficiencia energética y donde comprarlo al precio más bajo.

Comparar precios es fundamental, de unos establecimientos a otros, dependiendo del artículo, se pueden conseguir ahorros considerables.

La eficiencia energética del producto puede ser algo determinante para contribuir a nuestro ahorro diario. Los electrodomésticos cuanto más eficientes más costosos suelen ser. La eficiencia energética de los electrodomésticos se puede valorar oficialmente por unas pegatinas que los fabricantes están obligados a poner en cada artículo. Los catalogados como A+++ serán los más eficientes, mientras que los que lleven la letra G serán los menos eficientes. Invertir más dinero en la compra supondrá menos consumo mensual y, por tanto, menos coste de nuestras facturas. ¿Qué compensa más? Por ejemplo, ¿pagar 100 euros más en una compra puntual o reducir 2 euros mensuales en nuestra factura?

¿Qué uso le vamos a dar?

El uso que le daremos al nuevo electrodoméstico también es determinante. No es lo mismo un electrodoméstico para una segunda residencia que previsiblemente lo utilizaremos poco o un electrodoméstico para un piso de alquiler, ya seamos inquilinos o propietarios. En estos casos es posible que nos salga más económico comprar el electrodoméstico barato aunque perdamos calidad.

Si por otro lado es un electrodoméstico para uso propio será usado con más frecuencia y nosotros mismos nos encargaremos de su cuidado y, por tanto, alargaremos la vida del electrodoméstico sacándole más rentabilidad.

La agenda de Cinco Días

Las citas económicas más importantes del día, con las claves y el contexto para entender su alcance.
RECÍBELO EN TU CORREO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_