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¿Por qué la gasolina no baja tanto como el petróleo?

La rebaja del coste del crudo llega amortiguada a los surtidores El coste de la materia prima es solo una parte del precio final para el consumidor

Cristina Delgado
Un coche reposta combustible en una gasolinera
Un coche reposta combustible en una gasolineraEFE

El petróleo brent, de referencia en Europa, que ahora está en mínimos, tocó su precio máximo de este año el 19 de junio. El barril costaba en los mercados internacionales 115,06 dólares. Desde entonces, el precio del crudo ha bajado un 32%, hasta los cerca de 78 dólares a los que cotizaba este jueves, su mínimo en cuatro años. Durante el mismo periodo, el combustible también ha bajado, pero menos. La gasolina vale ahora 1,33 euros el litro, el 7,6% menos. El gasóleo cuesta 1,26 euros, un 6% menos que hace casi cinco meses. En ningún caso es, ni de lejos, su precio mínimo en cuatro años.

¿Por qué no llega con toda su intensidad la caída del crudo a las gasolineras? Las empresas productoras justifican que el petróleo, como materia prima, es responsable de menos del 40% del precio de la gasolina. Antes de convertirse en gasolina, el crudo recorre una larga cadena en la que todos los eslabones se quedan un margen de beneficio. Extracción, refinado, transporte comercialización al por mayor, venta en las gasolineras... Además, la partida de impuestos supone el 46% del precio final.

La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) defiende que, tomando como referencia el precio medio del diésel en octubre, de 1,28 euros el litro, 0,59 euros fueron a tributos. Otros 0,16 euros se los quedaron los distribuidores y comercializadores, entre otros. Y solo 0,52 euros es lo que se destinó a pagar la gasolina y el gasóleo, tanto su materia prima —lo que ha bajado a precios mínimos en cuatro años— como su refinado.

“El surtidor sigue los movimientos del coste de aprovisionamiento, tanto en las subidas como en las bajadas”, asegura en su análisis de precios de octubre esta patronal. Recuerda, además, que las estadísticas de precios de la Unión Europea que se publican hacen referencia a los datos recogidos la semana anterior, por lo que los datos sobre gasolineras tienen retardo con respecto a los generados a diario en las Bolsas de materias primas.

La última vez que el crudo costaba 78 dólares, hace cuatro años, el gasóleo valía 1,08 euros. Ahora cuesta 26 céntimos más. ¿Por qué? Las divisas tienen también un papel importante en los combustibles. Hace cuatro años, con el euro mucho más fuerte, comprar barriles en dólares abarataba los costes para Europa.

¿Son entonces justos los precios? La AOP dedica buena parte de sus comunicaciones a defender al sector de las sospechas de exceso de márgenes, en especial desde que Competencia las acusó en 2012 de aplicar el efecto cohete-pluma: las subidas del petróleo llegan como un cohete a los surtidores, pero las bajadas, a la velocidad de caída de una pluma.

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Actualmente el sector de los combustibles sigue siendo uno de los principales focos del regulador, la CNMC. En Semana Santa dedicó un informe a destacar el “tradicional repunte de precios” que aplican las empresas en vacaciones. En abril, otro análisis denunció que los márgenes que se embolsan las gasolineras en España han crecido en el último año mientras, en el resto de Europa, se mantuvieron estables. Y en mayo señaló que las empresas habían vuelto a practicar el llamado ‘efecto lunes’, es decir, bajar precios al inicio de la semana y subirlos conforme avanza.

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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