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El BBVA pide abaratar el despido para bajar la temporalidad

Los empleados pagarían parte de la indemnización con un fondo creado con el 2,19% anual del salario

Íñigo de Barrón

El BBVA propone una reducción de las indemnizaciones por despido procedente con la aplicación de un sistema que favorecería que buena parte de los temporales se convirtieran en indefinidos. El método establece que el trabajador recibiría un “salario diferido” del 2,19% de su retribución total, que quedaría en un fondo para el despido. Esto supone ocho días de sueldo por año trabajado y siempre sería propiedad del empleado; si no es despedido, podría disponerlo tras su jubilación y, si cambia de empresa, se lo llevaría consigo. Este sistema es conocido como el modelo austriaco.

De esta forma, en caso de despido tras el primer año la empresa no pondría nada (frente a los 20 días actuales), el segundo año aportaría cuatro días, el tercero, ocho y, a partir del cuarto, 12 días. La indemnización inicial del contrato indefinido sería más baja que la de los temporales.

Además, el BBVA, junto con la Fundación Sagardoy, apuestan por simplificar “sustantivamente” el menú de tipos de contrato para evitar el fraude actual. Considera que se deberían reducir el número de contratos a únicamente tres: el indefinido, el temporal causal y el de formación y aprendizaje “que debería concluir en un empleo indefinido”, apunta Rafael Doménech, responsable del Servicio de Estudios para las Economías Desarrolladas del BBVA. Los partidos políticos, excepto el PP, criticaron duramente esta medida.

Estas medidas permitirían, según la entidad, avanzar hacia un escenario en el que “el contrato indefinido sea la opción por defecto”. Doménech insistió en que lo importante no es la diferencia de días en la indemnización inicial, ni el 2,19% de salario diferido que no podría hacer efectivo el trabajador, “sino acabar con la temporalidad, que es un enorme problema porque de media, cobran un 15% menos que los indefinidos y tienen una probabilidad mucho más grande de acabar en el paro. Además, no acceden a formación, tienen menos carrera profesional y son menos productivos”, comentó.

Para el banco, lo relevante no son los menores días de indemnización inicial, ni el 2,19% de salario diferido, “sino acabar con los temporales, que cobran un 15% menos"

Durante la presentación del Observatorio Económico España sobre Mercado Laboral, Doménech comentó que la reforma laboral “no ha sido suficiente” para reducir el uso de la contratación temporal frente a la indefinida. Por eso el BBVA ha ido más allá con este sistema cuya mayor novedad es el fondo que constituye una mochilla. Esta sería diferente de un fondo de pensiones.

Doménech aseguró que este 2,19% no debe entenderse como un menor salario para el trabajador ni como un sobrecoste para los empresarios, que son quienes al final pagarán esta cuantía. “Es una parte del salario, pero no corriente”, resumió. Para los trabajadores que cobraran el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), de 645,3 euros brutos al mes, este fondo debería ser aportado por el Estado y se entendería como una bonificación de 2,19 puntos en la cuota a la Seguridad Social.

Doménech negó que buscara que estos fondos acaben en manos de la banca. “Pueden ser gestionados por el Fondo de Reserva de la Seguridad Social”.

Los partidos de izquierda y CC OO rechazaron de plano la propuesta

El BBVA también rechaza que este sistema sea un ahorro del coste de indemnización para la empresa. Según este ejecutivo, “las empresas bien gestionadas deben hacer sus provisiones ante la eventualidad de hacer frente a despidos. Si la sociedad gasta menos en el despido, se reflejará en la negociación colectiva con otras ventajas para los empleados”. Destaca que el sistema reduce la incertidumbre sobre la indemnización “al funcionar la mochila como un seguro. Si este sistema hubiera funcionado en la crisis, se habrían evitado los cierres de las empresas que no tuvieron ni para indemnizar a los despedidos, así como acudir al Fogasa para cobrar tarde y mal”.

El PSOE rechazó de plano la propuesta y espera que no se aplique “jamás” en España, mientras que desde la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) se exigió al BBVA que “deje de tener ideas luminosas” y se centre en cumplir su función, que no es otra que dar crédito. El secretario de Acción Sindical de CC. OO., Ramón Górriz, rechazó la propuesta porque supondría un recorte de la indemnización. El PP pidió tiempo para analizarlo.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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