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La morosidad en la financiación entre empresas cae al menor nivel desde 2002

Esta vía de liquidez se reduce de forma drástica y las exigencias de solvencia se han endurecido

Alejandro Bolaños
Un tienda de telefonía en la Gran Via
Un tienda de telefonía en la Gran ViaAlvaro García

La financiación más habitual entre las empresas, y sobre todo entre las pymes, la que respalda el aplazamiento de pago con documentos como letras de cambio y pagarés que luego pueden descontarse en el banco, registra los niveles de impago más bajos desde 2002, inicio de la serie que recopila el Instituto Nacional de Estadística. Tras 26 meses a la baja, la morosidad afecta apenas al 2% de los 13.568 millones en efectos de comercio que vencieron en junio.

El volumen de devoluciones por impagos apenas suma 273 millones, un 30% menos que en el mismo mes del año pasado, según los datos distribuidos este martes por el INE. Una de las razones de niveles tan bajos de morosidad se encuentra en que esta vía de financiación se ha reducido de forma drástica: en los últimos tres años, el importe de los efectos comerciales que vencen cada mes se ha reducido a casi un tercio de lo que era habitual antes de la crisis.

El volumen de devoluciones por impagos apenas suma 273 millones, un 30% menos que en el mismo mes del año pasado,

La otra clave es que las exigencias de solvencia también se han endurecido. En este tipo de operaciones, el vendedor de una mercancía o de un servicio, puede ir al banco a descontar las letras de cambio o pagarés que respaldan que el deudor le pagará en un plazo determinado (a 30 o a 60 días, por ejemplo). El banco le adelanta el dinero. Pero si el deudor no paga en el plazo previsto al dueño del efecto de comercio, en este caso, el banco, éste reclama el pago a la empresa a la que adelantó el dinero. En los últimos años, tanto las empresas, como los bancos, fueron mucho más exigentes al aceptar este tipo de pagos a plazo.

En tasa mensual (junio sobre mayo), el importe de los efectos vencidos subió un 3,3%, el primer repunte mensual en este mes en los últimos cinco años, mientras que el importe de los efectos impagados retrocedió un 11,1%.

Del importe total de efectos de comercio vencidos el pasado mes de junio, el 63,9% correspondieron a efectos en cartera y el 36,1% a efectos en gestión de cobros de clientes. En junio, el 2,1% del importe de los efectos vencidos en cartera es impagado. De la misma forma, el 1,9% del importe de los efectos vencidos en gestión de cobro resulta impagado.

En el sexto mes del año, Castilla-La Mancha (-65,1%) y Cantabria (-61,2%) registraron los mayores descensos interanuales en el importe de efectos de comercio impagados, mientras que Asturias (+31,9%) fue la única comunidad autónoma con crecimiento. Asturias (con un 3,4%) fue la comunidad autónoma con mayor porcentaje de efectos de comercio impagados sobre vencidos, frente a Cantabria, que presentó el menor porcentaje, con un 1,5%. Cataluña y Madrid concentraron casi la mitad del total del importe de los efectos de comercio impagados en junio, con el 49,5%.

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