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Una excajera de supermercado, testaferro de 21 empresas fantasma de Gowex

La trabajadora confiesa que metía en la contabilidad todas las facturas que le daban sus jefes

Maria Antonia Antúnez Ginés, trabajadora de Gowex, administraba supuestamente 21 empresas fantasma que facturaban a la empresa de Wifi. La testaferro ha declarado hoy en el marco de la investigación por el fraude confesado por su fundador, Jenaro García. Ante el juez Santiago Pedraz ha explicado que trabajaba como cajera de Carrefour y puso un anuncio en infojobs buscando trabajo como administrativa. Francisco Manuel Martínez Marugán, director financiero de Gowex, contactó con ella y la hizo jefa de administración de Gowex, le dio un despacho y un ordenador y se dedicó a meter en la contabilidad las facturas que su jefe le daba en la oficina o en la calle. Esas facturas, para sorpresa de Antúnez, resultaron ser falsas. Marugán, según la testaferro, la llevó un día al notario y firmó la escrituras en las que aparece como representante de una sociedad que a su vez figura como administradora de otras 21 empresas fantasmas.

Gowex facturaba a estas empresas pantalla por servicios no prestados para engordar su cuenta de resultados

Los testaferros que administraban, sólo en apariencia, varias decenas de empresas que contrataron supuestamente servicios a Gowex, la firma de instalación de redes de wifi que falseó sus cuentas durante al menos cuatro años inventándose unos ingresos inexistentes, eran marionetas en manos de Jenaro García, fundador de la compañía. Al menos esa es la explicación que han dado al juez Santiago Pedraz, que investiga una estafa con 5.000 accionistas perjudicados que invirtieron en Gowex confiando en su imagen de solvencia.

Todos los testaferros que han declarado en la Audiencia Nacional explicaron que Jenaro García y su director financiero, Manuel Martínez Marugan, les engañaron para que representaran a empresas pantallas con la que sostuvieron durante al menos cuatro años su espiral de falsedades sobre ingresos inexistentes.

Tres de los cinco testaferros imputados en la causa ya pasaron por la Audiencia Nacional hace siete días. Guadalupe Esmeralda Almeida Figueroa explicó que la contrataron para hacer las tareas de la casa. La mujer de Jenaro García, también imputada, le explicó que estaban montando una empresa y que necesitaban gente. Entonces quedó con Martínez Marugan, que la llevó al notario y al banco donde estampó una serie de firmas y que nunca supo nada más. Le pagaron 300 euros por ese favor.

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Otro testaferro, Antonio Salmeron, confesó que conocía a Marugán de pequeño y que hace tiempo montaron juntos dos empresas de informática. Ahora, según su relato al juez, se ha enterado que se han utilizado para otros fines.

El tercer testaferro que ha compareció la semana pasada ante el juez, Javier Martín Vaquero, explicó que era compañero de Marugán en la facultad y relató que se vio un día con él en unos grandes almacenes. Tiempo después, le ofreció trabajo en Gowex. Nunca supo muy bien para qué le estaban contratando. Le pusieron un despachoy le hicieron firmar diez escrituras de diez empresas, aunque sólo trabajaba para una de ellas. Además, aseguró al juez eue le tuvieron tres meses haciendo fotocopias, que no le pagaron y que se fue por esa razón.

Gowex facturaba a estas empresas pantalla por servicios no prestados para engordar su cuenta de resultados. Esta ficción permitía a la empresa de Jenaro García dar beneficios extraordinarios en todos los ejercicios, de manera que en los últimos años llegó a triplicar las ganancias en sus balances, lo que a la postre le permitía capitalizar la empresa ante la confianza de los accionistas en una inversión aparentemente rentable ante los magníficos registros de la actividad empresarial.

El juez Pedraz ha podido determinar ya, dos semanas después de iniciada la investigación, el mecanismo del fraude dado que sus principales actores, el fundador de Gowex, Jenaro García, y su mano derecha, el director financiero de la compañía, han confesado su fraudulenta manera de actuar. Ambos han reconocido que crearon empresas pantalla para fingir unos ingresos que pretendían dar la imagen de éxito de la compañía. Tanto uno como otro quedaron en libertad aunque con unas fianzas que tienen que depositar antes de 15 días. En el caso de Jenaro Garcia, 600.000 euros. El propietario de Gowex confesó al juez que es propietario de una cuenta en Luxemburgo donde tenía más de tres millones de euros. El juez ha ordenado el embargo de esa cuenta. En el caso del director financiero, el magistrado le impuso una fianza de 50.000 euros.

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