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Endesa deberá pagar 82,5 millones a Núñez y Navarro, según el Supremo

El Tribunal anula la venta de un inmueble para construir viviendas de lujo

La eléctrica Endesa ha sido condenada por el Tribunal Supremo a devolver 82,5 millones de euros a la firma Núñez y Navarro, la empresa inmobiliaria familiar del ex presidente del Barça José Luis Núñez. Con este pago que estipula la sentencia se resolverá una frustrada operación de venta de solares y fincas, en 2005, en la muy cara fachada marítima de Palma. El negocio diseñado por Núñez para construir viviendas de ultra lujo ante la bahía quedó frustrado al no poder derribarse el antiguo edificio social de de la multinacional Endesa.

Endesa (antes Gesa en Baleares) vendió a Núñez el inmueble de su sede y las parcelas anejas que ocuparon las antiguas fábricas de gas y electricidad. Tras la operación, el Consell de Mallorca decretó la protección del inmueble de la eléctrica como Bien de Interés Cultural. Se trata de un cubo gigante acristalado que tampoco puede transformarse en viviendas u hotel. El amparo patrimonial del edificio bloqueó por completo el plan de uso y la creación de la parcela de urbanización para alzar las nuevas construcciones de viviendas de lujo. La empresa Núñez y Navarro proyectó y publicitó durante años una promoción sobre un solar teórico de 27.000 metros cuadrados.

En el contrato de venta con Núñez, Endesa  asumió el derribo del inmueble. El Tribunal Supremo considera que “la no demolición del edificio determina la resolución del contrato por frustración económica, pues la permanencia del edificio altera sustancialmente la estrategia de la ordenación urbanística aprobada”. Un juez de primera instancia dio la razón a Núñez, en la Audiencia de Palma sentenciaron a favor de Endesa y el Supremo ha resuelto al contrario.

En el trasfondo del asunto está la postura del Consell de Mallorca que al proteger el edificio de Endesa estaba dominado por Maria Antònia Munar de Unió Mallorquina (UM), hoy presa con dos condenas por corrupción de once años y medio. Una de las causas penales por las que Munar fue condenada nace de una querella que formuló contra ella José Luís Núñez por sentirse perjudicado en otra venta, el solar de Can Domenge. Munar entregó la parcela pública a Sacresa de Román Sanahuja que pagó la mitad de lo que ofreció Núñez por ella. Sanahuja confesó que pagó una dádiva de cuatro millones a Munar y su cúpula.

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