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GM ofrece al menos un millón de dólares para indemnizar por cada víctima mortal

El fabricante anuncia el plan para compensar a los afectados por los fallos con el sistema de encendido Hace una llamada a revisión de 7,6 millones de vehículos vendidos en EE UU desde 1997

El logo General Motors, en la sede de Detroit.
El logo General Motors, en la sede de Detroit.EFE

General Motors ha presentado este lunes los criterios de elegibilidad para empezar a compensar a las víctimas de los accidentes por los fallos en el sistema de arranque de varios modelos antiguos. Mary Barra, la consejera delegada del fabricante de Detroit, dejó claro en su última intervención ante el Congreso de EE UU que afronta el proceso sin ponerse ningún tipo de límite financiero. Además, hace un llamada a revisión de 7,6 millones de vehículos vendidos en EE UU entre 1997 y 2014. En esta línea, eleva las cargas a 1.200 millones para el segundo trimestre, que se suman a la misma cantidad anunciada en el primero.

El pago mínimo por cada fallecido en los accidentes sería de un millón de dólares, cantidad a la que se le sumará para el cálculo el daño económico ocasionado a familiares o personas dependientes. En principio, el plan cubre desde el conductor a cualquier pasajero del vehículo envuelto en el accidente a los ocupantes de cualquier otro coche o peatones afectados por el siniestro.

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Sin embargo, el programa creará controversia porque su alcance se ajusta a los parámetros legales que impone la propia GM a la hora de ejecutarlo. Además, los solicitantes de la compensación deberán aportar pruebas para demostrar que el accidente está asociado al defecto y eso podría ser muy complejo por el tiempo que transcurrió.

La compañía tardó más de una década en llamar a revisión a los vehículos afectados por el defecto. La llave pasaba de forma involuntaria de la posición de encendido a apagado, con la consiguiente pérdida de control del vehículo. Se atribuyen medio centenar de siniestros. El fondo está pensado para los familiares de los fallecidos o los que sufrieron heridas graves.

Con la última llamada cuenta tres nuevas victimas mortales. Hasta ahora GM había hablado de 13 fallecidos por los accidentes. El recuento, además, se limita a los que murieron como consecuencia de que los airbags no se desplegaron tras el choque. Esa cifra podría acercarse al centenar si se tiene en cuenta a otras personas que iban en el vehículo siniestrado. El coste para la compañía, por tanto, se elevará a cientos de millones.

En paralelo, GM sigue pidiendo a más propietarios que lleven sus coches al taller para reparar. La última se eleva a 8,4 millones de vehículos, aunque de este total 7,6 millones están relacionado con una rotación no intencionada de la llave de contacto. En esta ocasión se habla de siete nuevos accidentes en modelos Impala de Chvrolet. La compañía no tiene constancia, sin embargo, de que el defecto sea la causa de los siniestros.

Al frente del proceso para compensar a las víctimas está Kenneth Feinberg, que ya administró el fondo de 7.000 millones para las víctimas del 11-S, la compensación a los afectados por el vertido de la petrolera BP en el golfo de México o más recientemente a las víctimas del atentado en Boston. Feinberg es el que determina los términos y el diseño del plan, y tendrá por tanto también absoluta independencia decidir como se ejecutan los pagos.

“Lo que cueste, lo pagará GM”, insistió el abogado, que espera que al programa se acoja el mayor número de individuos posible, incluso si algunos ya iniciaron procedimientos legales a la compañía para exigir responsabilidades. Feinberg insistió que se trata de un plan voluntario y calcula que llevará procesar cada reclamación entre 90 y 180 días en función de la complejidad del caso.

Si lo que se toma como referencia es el 11-S, la compensación media superó los dos millones. En principio, GM cuenta con la liquidez suficiente para hacer frente a estos pagos. La compañía lleva cargados 2.000 millones a su cuenta de resultados por las llamadas a revisión masivas que está realizando desde febrero. Feinberg empezará a tramitar la solicitudes el 1 de agosto, que podrán presentarse hasta final de año.

Los afectados deberán decidir, por tanto, si se acogen al programa en los términos expuestos o si optan por llevar adelante su batalla ante los tribunales ahora que tienen pruebas sobre la actuación de la compañía. En este último caso, aún no está claro si GM es responsable por los accidentes que tuvieron lugar antes de declarar la suspensión de pagos hace cinco años y reestructurarse.

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