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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La desigualdad en España

Según Eurostat (2014), España ha incrementado su desigualdad, medida por el coeficiente de Gini armonizado de la renta disponible de hogares equivalentes de la UE, desde 0,313 en 2006 a 0,344 en 2010 y a 0,350 en 2012. Dicho coeficiente mide la desigualdad en la distribución de la renta, que abarca desde 0, en que todas las personas tienen la misma renta disponible, a 1, en que una sola persona detenta toda la renta disponible (Corrado Gini, 1912).

España es hoy el segundo país más desigual de la UE, tras Letonia (0,357) y por delante de Portugal (0,345), Grecia (0,343) e Irlanda (0,330), y lejos de Italia (0,319), Francia (0,305) y Alemania (0,283), siendo Noruega (0,227) el más igualitario. Además, Portugal, Grecia e Italia han logrado reducir su desigualdad al ser sus coeficientes de Gini, en 2007, mayores que en España, Italia (0,338), Portugal (0,381), o iguales, Grecia (0,350).

Asimismo, la desigualdad en la distribución, entre el 20% de la población de mayor renta y el 20% de menor renta, ha aumentado en España de 5,3 veces en 2007 a 6,8 veces en 2011. Grecia está cerca (6,0), Portugal (5,7), Italia (5,6), Reino Unido (5,3), Francia (4,6) y Alemania (4,5) se mantienen por debajo.

Los indicadores sociales de la OCDE (2014) muestran la tendencia de la renta, antes de impuestos, que obtiene el 1% de los que más ganan entre 1985 y 2010. En España el porcentaje ha pasado del 7,7% en 1985 al 8,8% en 2007, pero ha caído al 8% en 2010, igual que Francia. En EE UU y Reino Unido han subido, respectivamente, del 9% al 18% y del 7% al 14%. Asimismo, la OCDE (2014) estima para España la diferencia, en puntos porcentuales, del Gini debido a la desigualdad de renta disponible (2,9) y el de la renta de mercado (6,0).

Finalmente, el reciente How’s life? at glance de la OCDE (2014) estima para España, en dólares, la renta disponible neta ajustada por habitante en 22.799 (siendo la media de la OCDE 23.938), la del 20% más alto es 44.000 y la del 20% más bajo es 7.000.

¿A qué se debe este incremento de la desigualdad en España?

Una primera hipótesis es que los países del área euro con elevados déficits por cuenta corriente, al no poder devaluar ya su moneda, han tenido que hacer una fuerte devaluación interna, reduciendo sus costes salariales y aumentando su productividad. España, en 2007, tenía el déficit externo corriente más elevado del área euro (-10% del PIB), logrando reducirlo a cero en 2013. Pero Italia, Grecia y Portugal, haciendo un esfuerzo similar, han logrado además reducir su desigualdad.

Una segunda hipótesis consiste en relacionar desigualdad y aumento del desempleo, que afecta especialmente a personas con rentas medias y bajas y a jóvenes en edad de trabajar. Esta hipótesis funciona para España, que ha vuelto a batir el récord de desempleo en el área euro, un 16% de media entre 2007 y 2012 y un 26,3% en 2013, frente al 12% del conjunto del área.

Para la OCDE el aumento de la inequidad está determinado por cambios en la distribución de los salarios

Una tercera hipótesis es que el estudio del Eurosistema (HFCN, 2013) sobre la financiación de los hogares del área euro muestra que el patrimonio medio por hogar en España alcanza los 285.800 euros, superior al de Alemania (195.200), Francia (229.300) e Italia (280.000). Asimismo, el patrimonio mediano del hogar español (mismo número de hogares por encima que por debajo) es de 178.300 euros, superior al de Italia (163.900), Francia (113.500) y Alemania (51.400). En Alemania está justificado porque, en la antigua Oeste el patrimonio medio es de 230.240 euros (similar al de Francia) frente a los 67.500 de la antigua Este y el mediano es 78.900, frente a 21.400.

La única explicación posible de tan elevado patrimonio neto en España es que el 82,7% de sus 18 millones de hogares posee una vivienda en propiedad que, en buena parte, ha pagado. Dicha desigualdad respondería a que muchos de los nuevos hogares no han pagado su hipoteca o no pueden pagarla y a que la caída media del 35% del precio de las viviendas ha afectado más a los hogares de menor renta.

Esta hipótesis sirve para Italia, con el 68,4% de sus hogares siendo propietarios de su vivienda y para Francia con el 57,9%, pero no para Alemania, con el 44,2%, cuando sus hogares son los que más ahorran, pero no aumentan su patrimonio. Guntram Wolf (22-3-2013) explica que la acumulación de ahorros en Alemania se da en las empresas, cuya propiedad está muy concentrada, y no en los hogares.

Para la OCDE (2-5-2011) el incremento de la desigualdad está básicamente determinado por cambios en la distribución de los salarios, que representan el 75% de la renta de los hogares en el área euro. Los del 10% de trabajadores mejor pagados han aumentado mucho, mientras que los del 10% peor remunerado han retrocedido. En parte por la globalización del trabajo, en parte por el incremento del trabajo a tiempo parcial y temporal, especialmente de las mujeres, en parte por el aumento del autoempleo, muy superior en las rentas más bajas y, en parte, por el mayor aumento de las rentas del capital en el total de las rentas.

Asimismo, también ha aumentado la desigualdad por un aumento de la tecnología basada en altos niveles de educación, por la globalización del trabajo, por el mayor retorno de las rentas de capital que de las rentas del trabajo, e, incluso, por el incremento de los hogares monoparentales (20% del total en España), derivado del creciente aumento de los divorcios, al no poder seguir compartiendo vivienda, ingresos y gastos.

¿Cómo reducir esta mayor desigualdad?

Una desigualdad creciente reduce, a medio plazo, el crecimiento económico y a largo plazo aumenta la inestabilidad social y política. Por el contrario, una mayor igualdad ayuda al crecimiento. Las políticas fiscales de redistribución ayudan al crecimiento, y una mayor estabilidad social y, a su vez, un crecimiento estable y duradero reduce la desigualdad. Varios estudios del FMI (Ostry, Berg y Tsangarides, 2014, y Clements, Coady, Mooij y Gupta, 2014) muestran que mayores transferencias sociales, mejores sistemas de sanidad, educación y pensiones, y mayores impuestos personales directos, han ayudado a reducir la desigualdad de la renta en muchos países de la OCDE.

En los últimos 20 años, el coeficiente de Gini de la OCDE de la renta de mercado (antes de transferencias e impuestos directos) ha aumentado hasta 0,45, mientras que el Gini de la renta disponible (después de transferencias e impuestos) ha aumentado solo hasta el 0,32. Ahora bien, asimismo un exceso de redistribución también reduce los incentivos y, por lo tanto, el crecimiento.

La OCDE (2012) no encuentra una correlación clara entre desigualdad y crecimiento, al cruzar tasa de crecimiento y Gini después de impuestos y transferencias. Países con elevados coeficientes de Gini (Turquía y Chile) crecen más rápido que la media de la OCDE, y países con bajos Gini (Japón, Dinamarca, Francia y Alemania) crecen por debajo de la media. Lógicamente, los países desiguales que más crecen son todos emergentes, pero hay desarrollados, con bajos Gini, que crecen todavía más rápido que aquellos, como Irlanda, Corea del Sur y Polonia. España está justo en la media, tanto en desigualdad como en crecimiento, de toda la OCDE.

Ahora bien, si España no logra mejorar su sistema educativo y la igualdad de acceso a la educación, no logra reducir las diferencias entre protección del trabajo permanente y temporal o parcial y no mejora, notablemente, las políticas activas de empleo y de integración de inmigrantes, el futuro será, sin duda, más inestable.

Guillermo de la Dehesa es presidente del Centre for Economic Policy Research (CEPR).

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