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“No podemos ver hacia Estados Unidos nada más”

El secretario de Desarrollo Económico habla del plan de recuperación de Puerto Rico

Ocho años de crisis económica obligan hoy a Puerto Rico a mirar hacia nuevos mercados y nuevos ámbitos de inversión, a diversificar su economía y a encarar una reforma fiscal para reducir el déficit. El turismo, las manufacturas, las concesiones en infraestructura y la agricultura son los pilares sobre los cuales el Gobierno de la isla se ha propuesto impulsar el desarrollo y a detener el crecimiento de la diáspora, que supera en número a la población de la isla.

“Les presento un destino económico más competitivo que Miami y que está más cerca que Singapur”, ha dicho este martes el secretario de Desarrollo Económico y Comercio, Alberto Bacó Bagué, a los empresarios españoles reunidos en el evento Invertir en Puerto Rico, organizado por EL PAÍS en la ciudad de San Juan. “Dejemos de pensar hacia adentro. Seamos el puente entre España y América Latina. No podemos mirar Estados Unidos nada más”, ha agregado, con la promesa, sin embargo, de servir como puerta de entrada al mercado estadounidense.

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El secretario de Desarrollo Económico y Comercio ha asegurado que el Gobierno está tomando medidas fiscales, especialmente para garantizar la liquidez en el sistema de retiros; que ha iniciado un proceso de reducción de costos energéticos; y que tiene el firme propósito de “reenergizar” las industrias tradicionales del comercio, la manufactura y el turismo, y a apostar por nuevos negocios, como el de la biotecnología. Uno de sus grandes retos es crear condiciones de bienestar que detengan la sangría de cerebros: hoy en día, unos cuatro millones de puertorriqueños viven en el extranjero, mientras que la población de la isla es de 3,6 millones de habitantes. “Mucho talento se ha ido de Puerto Rico”, ha lamentado Bacó Bagué. “Podemos crearles oportunidades en la isla y conectarnos con ellos”, pidió a los empresarios y ha puesto como ejemplo a las 24 empresas internacionales que hoy día operan en la isla y que tienen en sus nóminas a una mayoría de personal puertorriqueño.

El turismo es otra oportunidad hasta ahora perdida, que el Gobierno de Puerto Rico se ha planteado recuperar y combinar con los servicios médicos. “Al turismo aquí no se le dio la prioridad necesaria y el potencial para el desarrollo económico está allí”, ha reconocido. Es así que, por ejemplo, en la isla solo existen unas 15.000 habitaciones, apenas la mitad de las que disponen otros países caribeños como República Dominicana; y más del 90% de los turistas que ocupan esas habitaciones, provienen de Estados Unidos. “Por fin nos dimos cuenta de la gran infraestructura médica que tenemos y que tenemos el mismo nivel de los médicos de Estados Unidos. Ya hay una estructura para mercadear el turismo médico”. La meta, al final de este proceso que ha emprendido Puerto Rico con la atracción de inversiones extranjeras, es crear capital local y multiplicar el número compañías cotizan en los mercados públicos, y que ahora son solo cinco.

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