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El Gobierno mexicano ve con buenos ojos una eventual salida de Pemex de Repsol

El ministro de Hacienda afirma que una desinversión "no sería mala decisión" La relación entre los socios se ha deteriorado desde el pacto de la mexicana con Sacyr en 2011

Los ministros de Hacienda y de Energía, Luis Videgaray (d) y Pedro Joaquín Coldwell (i)
Los ministros de Hacienda y de Energía, Luis Videgaray (d) y Pedro Joaquín Coldwell (i)archivo (EFE)

El ministro de Hacienda de México, Luis Videgaray, ha afirmado que la eventual venta de la participación del 9,3% que Pemex tiene en Repsol "no sería mala decisión". La estatal mexicana se ha convertido en el accionista más rebelde de la española desde que en 2011 se alió con Sacyr, en aquel momento máximo accionista de Repsol, para reclamar cambios en la dirección.

El ministro ha argumentado que la venta podría permitir "traer el capital e invertirlo en las oportunidades que va a tener Pemex en México". Además, en declaraciones con la emisora Radio Fórmula recogidas por Reuters, ha reconocido que la relación entre los socios ha sido muy mala desde que el antiguo director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, tomó la decisión de ampliar la participación en Repsol y aliarse con Sacyr. Aquella operación tuvo lugar bajo el Gobierno anterior de Felipe Calderón.

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En su relato de los hechos, Videgaray ha recordado que Suárez Coppel intentó tumbar a Antonio Brufau del cargo de presidente junto a Sacyr y que el fracaso de su alianza costó más de 1.000 millones de euros. También ha reseñado que aquel pacto no fue consultado con el Consejo de Administración, algo que la reciente reforma energética mexicana impedirá en un futuro.

Para cerrar el conflicto, Pemex y Repsol firmaron en enero de 2012 un acuerdo para normalizar las relaciones. El pacto incluyó el compromiso por 10 años de Pemex de no bajar del 5% ni de exceder el 10% del capital de la española.

En los últimos meses, sin embargo, se han sucedido los encontronazos entre los socios y, de hecho, Pemex ha llegado a criticar de nuevo la gestión de Brufau públicamente. Pese a sus diferencias y ha aprobar cambios en sus estatutos exigiendo más lealtad a sus consejeros, el director financiero de Repsol, Miguel Martínez, ha dicho esta misma semana desde Madrid que la petrolera española está "complemente abierta" a mejorar su relación con Pemex y a llegar a acuerdos sobre sus propuestas, ya que tal y como ha reconocido, las cosas "no están funcionando bien".

Martínez ha señalado que tras dos años marcados por la expropiación de YPF, el Consejo de Administración creyó que es un buen momento para el nombramiento de Josu Jon Imaz como nuevo consejero delegado, que tendrá como una de sus "tareas" principales mejorar los lazos con la firma mexicana.

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