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Veinteañeros a los mandos de las grandes compañías

Los 18 ganadores de la iniciativa Consejero Delegado por un Día, organizada por EL PAÍS y las consultoras Ray Human Capital y Odgers Berndtson, han experimentado lo que es estar a los mandos de una gran empresa

Todavía están en la universidad. Pero ya han probado las mieles del éxito empresarial. Aunque solo durante una jornada. Los 18 ganadores de la iniciativa Consejero delegado por un día, organizada por EL PAÍS y las consultoras Ray Human Capital y Odgers Berndtson, han experimentado lo que es estar a los mandos de una gran empresa.

A lo largo de las próximas semanas Negocios publicará las impresiones de los 18 estudiantes y los consejeros delegados y presidentes a los que acompañaron durante una jornada. Los universitarios se convirtieron en la sombra de los ejecutivos de Amazon, Axa, Banco Popular, Bertelsmann, Bodegas Riojanas, Campofrío Food Group, Coca-Cola, Danone, Ford, Ikea, MSD, Mutua Madrileña, ONO, Siemens, Toyota, Universidad Europea, Vodafone y Zurich.

Para llegar hasta el despacho del jefe, aunque fuera solo para quedarse unas horas, los universitarios seleccionados tuvieron que demostrar que eran los mejores. Cerca de 2.000 jóvenes se apuntaron a la cuarta edición de este concurso. Ray Human Capital y Odgers Berndtson, las consultoras que realizaron las pruebas de selección de candidatos, plantearon el proceso como si se tratara de una selección real de mandos medios para compañías. Para empezar, los aspirantes a jefes por un día tuvieron que completar un registro con su currículo. Aquellos que cumplían los requisitos, podían acceder a un assestment on line, es decir, un primer examen de competencias a través de Internet que evaluó sus aptitudes de gestión, mando, trabajo en equipo o creatividad. Tras este examen, y una ronda de cerca de 400 entrevistas telefónicas, 260 estudiantes llegaron a la fase final: un proceso presencial de selección, con dinámicas de grupo y entrevistas individuales, realizadas por los consultores de las firmas de selección de personal.

“Llegar aquí ya es un triunfo”, comentaba tras su entrevista David, estudiante de Derecho y Administración de Empresas en la Universidad Carlos III de Madrid. Con traje y corbata este joven de 22 años explicó a los evaluadores por qué creía que tenía futuro en el mundo de la empresa. Minutos antes participó en un debate con otros aspirantes y bajo la atenta mirada de los especialistas en selección de personal, en el que debían dar soluciones a los problemas en los planes de negocios de una empresa gestora de parques de atracciones. “Solo con las pruebas conoces mejor tus puntos débiles y fuertes. Cuando me presente para un proceso real, me sentiré más preparado”, señalaba David.

BELÉN FRAU Ikea

Belén Frau, directora general de Ikea en España, recuerda que en su etapa de estudiante no imaginaba que terminaría siendo la jefa. "Nunca supe qué quería ser de mayor, pero tenía claro que me gustaba trabajar en equipo", explica. Dice que como directiva practica "un liderazgo participativo". A su lado, Paula Ruiz González, estudiante de Derecho y Administración y Dirección de Empresas, asiente sin parar. La joven de 23 años confiesa estar fascinada tras su paso por la empresa. Estuvo una jornada en una de las tiendas de Madrid y después otra en la sede central, siendo la sombra de Frau. Tampoco ella tiene claro si será jefa algún día. "Lo que me encantaría es formar parte de un buen equipo y en una empresa creativa", comenta.

Paula pasó parte de sus jornadas como consejera delegada por un día también con responsables de recursos humanos, marketing y ventas. "Me llevo consejos de todos", recuerda. Frau también le ha dado los suyos. "El primero, que se dedique a lo que le apasione. Creo que las personas deben tratar de trabajar en aquello que les guste", dice la ejecutiva. Cuando tu trabajo te apasiona, opina, no supondrá un esfuerzo. "Yo me siento afortunada cada día. Eso me hace mantener la curiosidad, las ganas de seguir aprendiendo. Es vital", señala.

Para la directora de Ikea una de las asignaturas pendientes en las que hay que trabajar hoy en día es en la excesiva distancia entre la formación y la empresa. "En España se sigue formando en la teoría, pero después queremos líderes. Es contradictorio. Hay empresas que no encuentran los perfiles que necesitan y personas con mucha formación que no encuentran empresas donde encajen", apunta la directiva. Combatir esa brecha, señala, es una de las cosas que trata de hacer desde que llegó a Ikea. "Intentamos acercar la universidad a la empresa, porque es una responsabilidad social. Hay que construir puentes", asegura.

JAQUES PIERAERTS Toyota

Antonio Morales no se descompone ni un instante mientras Jaques Pieraerts, consejero delegado y presidente de la filial de Toyota en España, le ofrece recomendaciones valiosas para su futuro profesional. Antonio, estudiante de Ingeniería Industrial y algo nervioso enfundado en su traje oscuro, asiente ligeramente cuando le sugiere empezar por una experiencia en el extranjero. “Hoy en día hay que ser flexible en el tipo de trabajo y móvil a nivel geográfico”, resume el ejecutivo, quien vivió este aprendizaje en su propia piel al mudarse de Bélgica, su país nativo.

Antonio comenta que el próximo año académico volará a París para cursar una beca Erasmus. “Es una experiencia que quería tener desde hace bastante”, asegura el cordobés de 20 años, el más joven de esta edición del concurso consejero delegado por un día.

Las primeras 24 horas del universitario en la compañía fueron, en sus palabras, “muy satisfactorias”. Tras recibir un curso sobre la filosofía de la empresa y cenar con el responsable del departamento de Marketing, el joven participó en un staff meeting y en una reunión con el departamento de Posventa. Y corroboró una vez más que, pese a estar fascinado por los aspectos más técnicos de su carrera, la parte empresarial le despierta gran curiosidad. “Es lo que más echo de menos en mi formación en la universidad y lo que más me ha gustado de la jornada”, dice. Pero pronto su alma de ingeniero le delata: “Claro que querría trabajar aquí. Creo que es el sueño de cualquier ingeniero trabajar en una empresa de automoción como Toyota”. Esta experiencia, asegura, es algo que tendrá “siempre como referencia”. Pieraerts le anima. En su opinión, lo que cuenta es la práctica. “Aunque tenga una formación de ingeniero no debe descartar los aspectos más ligados a la gestión. Es trabajando como aprendes”, insiste, “observando y escuchando mucho”.

SANTIAGO FRÍAS Bodegas Riojanas

El vino de las Bodegas Riojanas viene de lejos, pero muy de cerca. Arrancó allá por 1890 y todavía hoy se sigue haciendo, cuatro generaciones después, casi con el mismo mimo. Cuidados que el primer ejecutivo de Bodegas Riojanas, Santiago Frías (Cenicero, 1976), extiende más allá de la cepa y de la uva de Cenicero, el pueblo en el que está ubicada, y presta directamente a quien la recoge, la traslada y la trasiega durante su proceso de fermentación y de crecimiento en la barrica: los trabajadores de la bodega. “Haz las cosas con pasión, pero cuidando a tus compañeros, a quienes trabajan contigo, a quienes están a tus órdenes. Esa es la base de un buen producto y de una buena empresa”, aconseja Frías. David Poveda (Toledo 1991), estudiante de quinto curso de Derecho y Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Carlos III, asiente. “Después de estar todo el día con él puedo decir que conoce a todos por su nombre, lo que hacen, lo que quieren, y esa es la mejor manera de motivar a las personas”, asegura.

Bodegas Riojanas tiene 35.000 metros cuadrados de instalaciones, y tres caldos que cruzan los océanos. Viña Albina, que tomó el nombre de la esposa de uno de los fundadores, Rafael Carreras, es el primero. Santiago es la cuarta generación de la familia Artacho, que compró la parte de Carreras cuando falleció. Puerta Vieja —en honor al portón de acceso a los viñedos— es la segunda de las marcas, y Monte Real es la tercera, la emblemática etiqueta que dentro lleva uva exclusivamente cosechada en Cenicero, tempranillo 100%. “Me ha sorprendido el mundo del vino, la paciencia, la constancia, la dependencia del tiempo que destila”, explica un Poveda algo cambiado tras 24 horas dentro de una bodega, que sabe trenzar la tradición con la modernidad. “Este vino también vive en las redes sociales, se bebe fuera, pero corre por la Red”, dice Frías.

IGNACIO GARRALDA Mutua Madrileña

Andrea Chávarri no sabía casi nada de seguros y pólizas antes de pasar un día con el consejero delegado de Mutua Madrileña, Ignacio Garralda. “Ahora, a quien me diga que las aseguradoras son aburridas, le contestaré que pruebe esta experiencia. A ver qué opina luego”, bromea la joven granadina, con 23 años recién cumplidos y a punto de finalizar un doble grado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Carlos III de Madrid.

Andrea ha estado un día hurgando en los entresijos de la compañía. Al final de la jornada, tras haber ojeado todos los departamentos y acompañado a Garralda en sus obligaciones profesionales, no descarta ninguna opción: el mundo de la empresa la fascina, pero todavía no sabe a qué área quiere dedicarse. Entre el marketing, las finanzas y la moda, lo que no le falta son intereses. La breve estancia en Mutua Madrileña, sin embargo, parece haber sido “crucial” para ir acotando campos. “Experiencias como esta te permiten tomar ideas y entender lo que te gusta. Es una oportunidad que no se olvida”, afirma la joven.

Garralda asiente al ver a la estudiante reflexionar, con poca concreción aunque mucho entusiasmo, sobre su futuro. “La inquietud vital por conocer y por saber que tiene Andrea”, asegura, “es esencial para alguien que se vaya a incorporar al mercado laboral”. “Pero”, advierte, “los jóvenes no deben olvidar la capacidad de aprendizaje cuando entran a trabajar en una empresa. Hay que seguir actualizándose”.

Andrea parece recoger el consejo, y manifiesta que en el corto plazo su deseo es adentrarse en el mundo laboral, “por la formación continua y más allá de ir aprobando las asignaturas”.

Otro aspecto importante, recuerda Garralda, es congeniar con el equipo. “Y divertirse para no acabar trabajando mal”, añade mirando de reojo a la joven, que contesta al consejero delegado de Mutua con una sonrisa.

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