Fuenlabrada insta al Gobierno a que se pare el ERE de Coca-Cola
El Ayuntamiento de Fuenlabrada ha vuelto a pedir al Gobierno y a la Comunidad de Madrid que paren el ERE de la embotelladora de Coca-Cola en la ciudad, ya que este martes enviaron más de 200 cartas de despido a sus trabajadores, algo a lo que el pleno municipal se ha opuesto de forma "frontal".
El Gobierno municipal ha expresado mediante un acuerdo en el pleno su "total disconformidad" con la decisión adoptada por la dirección de Coca-Cola Iberian Partners y han exigido que se retomen las negociaciones y se adopten acuerdos para evitar los despidos.
El equipo de Gobierno (PSOE-IU) ha señalado que seguirá apoyando a los trabajadores en su lucha por evitar el cierre de la planta embotelladora de Fuenlabrada, como lo ha hecho desde el inicio del conflicto acompañándoles en las diferentes marchas convocadas e intentando mediar tanto con la dirección de la empresa como con representantes del Gobierno regional y central.
El alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, ha manifestado que los trabajadores de Coca-Cola "son un ejemplo en la actitud tan activa y reivindicativa que han mantenido desde el inicio" y ha tildado de "muy injusto" y "salvaje" el cierre de la planta de Fuenlabrada.
Por todo ello han pedido al Gobierno central la paralización del expediente de regulación de empleo (ERE) en las plantas de Coca-Cola "porque sus ingresos no han descendido en absoluto".
"Según la propia compañía, el objetivo de esta reestructuración es ganar eficiencia y competitividad y evitar duplicidades, sin importar los trabajadores que serán despedidos", ha criticado el alcalde fuenlabreño.
Fuenlabrada era un referente de Coca-Cola en el ámbito nacional, ya que produce alrededor de 110 millones de cajas al año, según el jefe de ventas, y sus condiciones laborales, ha añadido, son el resultado de la lucha decidida de los trabajadores.
El lunes salieron los primeros 48 trabajadores de la planta de Coca-Cola en Fuenlabrada que habían aceptado las bajas voluntarias (con indemnizaciones de 45 días con un tope de 42 mensualidades) y prejubilaciones desde los 56 años.
El martes la compañía mandó la carta de despido forzoso a "entre 200 y 300" trabajadores que no se habían adscrito a la propuesta definitiva del ERE, pero hasta llegar al total de 580 empleados que completan la planta de Fuenlabrada hay más de 200 trabajadores "de los que todavía no se conoce su situación", según los sindicatos, y de ser despedidos o recolocados supondría el cierre de la fábrica.
