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Ellas se ponen las Google Glass

Una decena de empresas e instituciones integran las gafas a sus negocios

Google aún no comercializa sus gafas, pero sus aplicaciones siguen en aumento.
Google aún no comercializa sus gafas, pero sus aplicaciones siguen en aumento. Martin-Matthews (getty images)

Veintiún millones de estadounidenses pagarían 1.500 dólares (1.077 euros) por las gafas de Google, según Forrester Research. La fiebre de las empresas norteamericanas por integrarlas en el negocio se ha extendido a España, mientras Google ultima las gafas sin fecha de lanzamiento. Las firmas españolas de distribución más internacionalizadas las preparan en secreto para guiar a los compradores a las tiendas, ampliar la información de los productos, convertir precios a divisas o traducir. No son las únicas.

Esta pantalla transparente con cámara de video, móvil y GPS en la patilla, obediente a la voz, será cotidiana para los obreros y los profesionales. “Mejorarán la eficiencia de los trabajadores, y los sectores de la industria pesada y el gas serán de los más beneficiados. La realidad aumentada (sobreponer información sobre el objeto enfocado) de las gafas mostrará a los técnicos de mantenimiento de las plataformas petrolíferas, por ejemplo, cualquier anomalía con solo mirar las instalaciones, y podrán conectar con un experto superior para darle ojos”, explica Aaron Ramsden, director de Innovación de Vector.

Gartner prevé mayor eficiencia laboral por las gafas, con un beneficio de más de 700 millones de euros anuales solo en ingeniería de mantenimiento, y su integración en el 10% de las empresas estadounidenses en cinco años. Google ha debido multiplicar por seis su venta de gafas, que solo realiza a desarrolladores domiciliados en EE UU. Son los denominados explorers, hay más de 3.300 en el mundo, y los extranjeros han abierto un domicilio fiscal en este país para lograrlas, o las han comprado en un mercado negro.

Droiders, uno de los pocos desarrolladores oficiales españoles, ha recibido a un centenar largo de empresas interesadas en integrar las gafas al negocio. “Hacemos aplicaciones para 10 grandes firmas. Tenemos como clientes a Renault, Opel, Telefónica, Coca-Cola, la Escuela de Pilotos de Salamanca, Clínica Centrum y farmacéuticas”, explica Julián Beltrán, director de Droiders, que dice haber sido el primero en hacer leer a un ciego, transmitir en directo una operación quirúrgica y lanzar una aplicación bancaria para el Banco de Sabadell, con buscador de oficinas y atención por videollamada.

Sabadell, La Caixa, Renault, Opel o la policía desarrollan ‘apps’ para las gafas

También Bankinter prepara una app para alertar a los clientes sobre las inversiones o el gasto de tarjetas, según su portavoz, Javier Roldán. La Caixa ya lo ha hecho con una app de buscador de oficinas y conversor de precios que promete ser un éxito, cuenta Benjamí Puigdevall, director general de e-La Caixa a la vista de las 1.000 descargas en las primeras semanas de una app similar para relojes. BBVA patrocina, junto con Telepizza y Estrella Damm, un maratón para que 90 desarrolladores resuelvan sus problemas con apps de gafas.

Lo ha organizado Intelygenz, un desarrollador que tiene lista una app para los vigilantes de Prosegur, y otra para llevar el servicio de música social de PRISA Radio, YES.fm, a las patillas de las gafas. Su siguiente trabajo podría poner las gafas a la policía o los bomberos de Cataluña, avanza Paula Greco, directiva de la firma.

La Policía Nacional trabaja para intercambiar datos y vídeos entre las gafas y con la central de operaciones. Las imágenes de las cámaras de seguridad privada del escenario de un asalto estarán en los ojos de la policía mientras actúa, y la información de la realidad aumentada ayudará en la escena de un crimen. Es solo el principio. Probará su eficacia en la calle con unos 80 agentes, y lo llevará a los 20.000 restantes cuando el presupuesto lo permita.

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