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Hacienda niega que maquille las cuentas públicas

La secretaria de Estado de Presupuestos justifica la fuerte caída del gasto público a finales de 2013 por un cambio estadístico

Jesús Sérvulo González
La secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández-Currás
La secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández-CurrásEFE

El Ministerio de Hacienda niega que esté "maquillando las cuentas públicas" para poder cumplir con la meta de déficit impuesta por Bruselas. La fuerte caída del consumo público durante el último trimestre de 2013 —se redujo en un 3,9% sobre el trimestre anterior, según los datos publicados la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística (INE)—, provocó suspicacias entre una parte de la comunidad académica y partidos de la oposición. Se preguntaban cómo era posible ese descenso del gasto público sin haberse anunciado recortes adicionales y teniendo en cuenta que el gran ajuste se produjo con la supresión de la paga extra a los funcionarios en diciembre de 2012.

El Ministerio de Hacienda ha tratado de explicar este martes la cuestión justificando la caída del consumo público a final de 2013 por un cambio estadístico. Fuentes gubernamentales niegan que estén “maquillando” las cuentas públicas como sospechan algunos expertos. El PSOE ha presentado una batería de iniciativas parlamentarias para tratar de esclarecer la cuestión.

El Gobierno explica que desde el año pasado publica mensualmente las cuentas regionales en Contabilidad Nacional —el formato establecido por Europa bajo las normas conocidas como SEC95—. Asimismo, publica las cuentas de los Ayuntamientos cada tres meses. Eso ha permitido conocer con más precisión la imputación del gasto en el periodo real de devengo. Es decir, se ha podido contabilizar con más exactitud los gastos cuando se realizan.

De esta forma, aseguran en Hacienda, se ha podido periodificar el gasto público conforme se ha ido produciendo, mientras que en años anteriores el ajuste se hacía a final de año. “No son comparables los datos de 2012 y 2013 porque el año pasado se hizo con información trimestral. Son comparables los datos globales”, apuntan desde el Departamento que dirige Cristóbal Montoro, que precisan: en el último trimestre de 2013 hay subida de remuneraciones (respecto a 2012) pero caen los consumos intermedios. Además, añaden, el deflactor del consumo de las administraciones públicas es mayor en ese periodo.

El director de coyuntura de Funcas, Ángel Laborda, mostró este martes sus recelos: “Nos sorprendió ese último dato del consumo público”, aseguró, ya que el consumo (no el gasto) se explica en un 55% por las nóminas de los empleados públicos y en el resto por los insumos (electricidad, teléfono, etc). En tanto que ni los empleados públicos ni sus salarios han disminuido, apuntó, esa reducción “solo puede ser por bienes y servicios” lo cual no se puede analizar porque los datos concretos no están disponibles.

Hacienda admite que el año pasado ofreció los datos de déficit a principios de febrero. Pero, remarcan, este año queremos dar datos más precisos. Estamos cerrando las cifras de las entidades locales con la mayor precisión para remitirlo a Bruselas antes del 1 de abril, fecha límite para comunicar el avance sobre el dato de déficit. "No es posible desplazar gasto de un año a otro", insisten en Hacienda que recuerdan que el equipo que elabora las cuentas pública lleva 30 años haciéndolo.

El INE señaló el jueves de la semana pasada que el  PIB en el cuarto trimestre quedó en la mitad de lo anunciado, un 0,17%. Según las estadísticas, sin embargo, el consumo público, que equivale al 20% del PIB, descendió un 3,9% respecto al tercer trimestre. La contabilidad nacional indicó también que el avance del consumo de los hogares no habría sufrido mella (un 0,5% de incremento), pese a que los datos comerciales de diciembre fueron negativos.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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