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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Estadísticas y estimaciones sobre los salarios

Con ocasión de la publicación del Banco de España de un estudio sobre la evolución de los salarios, se ha abierto una polémica en la que se atacan injustamente las estadísticas oficiales sobre salarios. Voy a intentar aclarar el alcance de las diferentes fuentes de información existentes sobre salarios y costes salariales.

El estudio realizado por analistas del Banco de España es muy interesante ya que pone de manifiesto algo que ya he mencionado en otras ocasiones sobre la diferencia de datos estadísticos y el análisis de los mismos, profundizando en su composición y no quedándose en los datos agregados que, sin falsear la información, sí pueden dar una idea equivocada de lo que está ocurriendo en la realidad socioeconómica del país. Pero para esa interpretación están los analistas económicos y sociólogos que, con instrumentos adecuados, pueden estudiar seriamente los datos y darnos una interpretación más acertada de esa realidad. No así los políticos, que, en general, intentan acogerse al dato que más favorece a sus tesis previamente establecidas.

Los analistas del Banco de España realizan un ejercicio econométrico a partir de microdatos muy desagregados, pero de una muestra relativamente pequeña (4% de los individuos), disponibles en la muestra continua de vidas laborales (MCVL) elaborada a partir de los registros de la Seguridad Social. La información de la Seguridad Social se completa con la información fiscal aportada por la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) y con la del padrón continuo facilitado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En el estudio del Banco de España, también se utiliza la distribución de la población ocupada de la encuesta de población activa (EPA).

Por otra parte, en la polémica sobre la evolución de los salarios se introducen equivocadamente dudas sobre la validez de la información estadística oficial. El INE publica tres tipos de información que, posteriormente, utiliza en la elaboración de la contabilidad nacional cuando estima la evolución del PIB desde el punto de vista de la composición de las rentas. La primera es la encuesta trimestral de costes laborales (ETCL). La segunda elabora un índice de coste laboral armonizado, siguiendo las exigencias de la UE, con base en 2008 y periodicidad trimestral. Por último está la encuesta anual de coste laboral que, al ser de periodicidad anual, ofrece mayor detalle en su desagregación de los datos.

El INE publica tres tipos de información que, posteriormente, utiliza en la elaboración de la contabilidad nacional cuando estima la evolución del PIB desde el punto de vista de la composición de las rentas

Lo primero que hay que tener en cuenta al comentar los datos del INE es su referencia al coste salarial (para el empresario) que es más amplio que el de salario (recibido por el trabajador). El coste laboral se define como el coste en el que incurre el empleador por la utilización del factor trabajo y comprende varios apartados. El primero es el coste salarial, que comprende todas las remuneraciones, tanto en metálico como en especie, recibidos por el trabajador. Incluye por tanto el salario base, complementos salariales, pagos por horas extraordinarias, pagos extraordinarios y pagos atrasados. Se recoge en términos brutos, es decir, antes de practicar retenciones o pagos a la Seguridad Social por cuenta del trabajador. El segundo lo constituyen las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, que son las contribuciones que con carácter obligatorio deben ser satisfechas a la Seguridad Social por parte del empleador. También se incluyen las contribuciones establecidas por negociación en los convenios colectivos y que se realizan con el fin de mejorar las prestaciones cubiertas por el sistema de Seguridad Social o para cubrir aquellas no contempladas por este. Destacan los planes y fondos de pensiones, los seguros de enfermedad, maternidad, accidente, otros planes de seguros y otras aportaciones. Otro componente lo forman las indemnizaciones por despido, los gastos en formación profesional, los gastos en transporte, los gastos de carácter social (comedores, guarderías, actividades deportivas y culturales, etcétera).

A partir de los datos de la ETCL, el INE elabora el índice de coste laboral armonizado, que es una operación estadística de periodicidad trimestral cuyo objetivo fundamental es proporcionar una medida común, comparable y oportuna de los costes laborales para toda la Unión Europea, que permita un seguimiento de la evolución de dichos costes laborales. Es un índice basado en una estructura fija de la actividad económica desglosada por secciones de la clasificación de actividades CNAE-09. Se proporcionan índices para las siguientes categorías de coste laboral: costes laborales totales, sueldos y salarios y cotizaciones sociales a cargo de los empleadores, estas últimas netas de subvenciones recibidas por la utilización de factor trabajo.

Por último, el Ministerio de Trabajo ofrece la información sobre la evolución de los salarios en la contratación colectiva, que en enero de 2014 reflejó un mantenimiento de la tónica de contención de los aumentos salariales, situando el conjunto de los convenios colectivos acordados en un 0,6% de promedio.

Todas estas informaciones estadísticas tienen que emplearse en el análisis en su justa medida ajustándose a su específico significado y no pueden, por tanto, contraponerse a los resultados presentados por el estudio del Banco de España, en el que se da especial importancia a los cambios que se han producido en la estructura de los empleos y los salarios durante estos años de crisis económica. Como ya hemos comentado, el estudio refleja la evolución de los salarios en términos reales estimada a partir de las bases medias de cotización de la muestra de la Seguridad Social y hace especial hincapié en el impacto estimado de los cambios en la composición del empleo sobre la evolución salarial.

A través de los datos de la EPA se considera la evolución de la estructura del empleo clasificados por genero, edad, nivel de estudios, nacionalidad y por duración en el empleo. Por ejemplo, se observa “una pérdida importante del peso relativo de aquellos grupos de trabajadores con menores niveles salariales”. También desde 2008, se observan cambios importantes en la composición del empleo desde el punto de vista de la formación, con un aumento del peso relativo de los trabajadores con mayor formación y experiencia, que normalmente perciben salarios más elevados.

Como se comenta en el propio estudio, estos cambios en la composición del empleo han desempeñado un papel destacado en la evolución de los salarios a escala agregada y podrían explicar parte del incremento de los salarios reales al inicio de la crisis, y el posterior proceso de moderación salarial, con mayor intensidad en 2011 y 2012, de lo que reflejan las estadísticas oficiales con datos agregados de costes laborales. Los datos agregados pueden enmascarar diferencias importantes entre la evolución de los salarios de los diferentes grupos de trabajadores y especialmente entre los de salarios más altos y más bajos. Pero no cabe duda de que tanto los costes laborales como los salarios se han reducido a partir de 2009, con gran intensidad en 2012 y, según los datos estadísticos, muestran menor caída en los últimos trimestres de 2013.

Carmen Alcaide es analista y expresidenta del INE

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