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El supervisor europeo advierte de las inversiones con altos intereses

El ESMA dice que una rentabilidad elevada es un señuelo para vender productos complejos

“Desconfíe”. Es la advertencia que hace el supervisor bursátil europeo (ESMA, por sus siglas en inglés) a los pequeños inversores ante las promesas de alta rentabilidad que ofrecen algunas sociedades de inversión. El organismo regulador ha resaltado que en los tiempos que corren, en donde los tipos de interés están en un nivel históricamente bajos, algunas empresas ofrecen a sus clientes productos de inversión complejos augurando altas rentabilidades que, en muchos casos, no se cumplen. Entre los productos que el supervisor apunta con el dedo están los bonos de titulación de activos, obligaciones convertibles o subordinadas, pagarés vinculados a activos, productos estructurados o warrants.

En un reporte publicado este lunes, ESMA admite que los inversores no llegan a entender el funcionamiento de los productos y, sobre todo, los riesgos asociados a sus costes y la rentabilidad. En España, un caso que entra perfectamente en las advertencias del regulador europeo es el de las participaciones preferentes de la banca y que atraparon miles de usuarios. Estas emisiones de deuda sin un plazo definido prometían una rentabilidad cercana al 7% y se vendían en las sucursales como un depósito a plazo fijo, cuando en realidad sí que tenían riesgo. De hecho, tras el estallido de la crisis dejaron de pagar intereses al estar vinculadas a los beneficios de las entidades y se quedaron sin mercado, lo que impedió a los ahorradores recuperar su dinero.

La ESMA ha advertido que los productos complejos requieren un alto nivel de conocimientos para evaluar y valorar los riesgos de mercado y liquidez que pueden enfrentar. “Las organizaciones clasificadas como inversores profesionales deben considerar si están adecuadamente equipadas y si tienen la experiencia para desarrollar el nivel necesario de gestión activa y de seguimiento”, ha mencionado.

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El regulador ha expuesto que generalmente se considera que un producto es complejo si es un derivado, que es un instrumento financiero cuyo valor se basa en el valor de otro activo o índice financiero, como divisas o tipos de interés. Además, ha subrayado que hay que poner atención en aquellos productos de difícil valoración o cuyos precios o valores no estén disponibles al público.

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