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La inflación avanza un 0,2% y eleva el poder adquisitivo de los pensionistas

El IPC deja atrás las tasas negativas que registró en octubre con una tímida subida La cesta de productos más estables arroja un incremento del 0,4%

Alejandro Bolaños

Los altibajos en los precios de los derivados del petróleo vuelven a ser determinantes en la inflación, como es tradicional en la economía española. Lo que ya no es tan frecuente es el estancamiento, o incluso el retroceso, en buena parte de los bienes y servicios que sirven de base a la elaboración del IPC, un indicador de que los precios se ajustan al bajo nivel de consumo de los últimos dos años.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer que la tasa anual del IPC pasó de caer un 0,1% en octubre a aumentar un 0,2% en noviembre, tal como había adelantado hace dos semanas. Según el INE, la evolución de carburantes y lubricantes, que baja menos que en noviembre de 2012, fue determinante para explicar este mínimo repunte, que aleja a los precios de las tasas negativas.

El índice subyacente, que descuenta del cálculo los productos energéticos y los alimentos frescos, por su volatilidad, también aumenta dos décimas, hasta situarse en una tasa anual del 0,4%. El incremento en los bienes y servicios más estables se debe a que el precio de los vehículos es similar al del año pasado, cuando en noviembre de 2012 bajaron de la mano del arranque del plan PIVE, ahora por su cuarta edición. Y también, a que aquí no cuentan las frutas frescas, cuyo precio baja de forma significativa.

Como habían anticipado los expertos, la tasa negativa que experimentó el IPC en octubre no ha sido el inicio de una etapa prolongada de precios a la baja, lo que conduciría a un deflación que dificultaría aún más la salida de la crisis. Pero sí se da por hecho que los incrementos de la inflación serán muy limitados en los próximos meses, ahora que los efectos en el IPC de las subidas de impuestos iniciadas en 2012 han dejado de enmascarar el impacto de una demanda muy débil.

La tasa anual del IPC de noviembre era el indicador que solía utilizar el Gobierno para actualizar las pensiones, una práctica que el Ejecutivo del PP ya abandonó el año pasado, cuando la inflación escaló al 2,9%, muy por encima del 1% que subieron las prestaciones en 2012. Este ejercicio, las pensiones volvieron a subir un 1%, o un 2% si son de menos de 1.000 euros al mes. Todos los pensionistas habrían recuperado parte del poder adquisitivo si se tiene en cuenta la referencia de años anteriores. Pero si se compara con la inflación media de 2013, que ronda el 1,5%, solo recuperan algo de poder adquisitivo los pensionistas con menores ingresos.

El Ministerio de Empleo estima que, en relación a la referencia de noviembre, las pensiones han aumentado este año en 1.372 millones más que si solo se hubiesen incrementado el 0,2% que marca el IPC del mes pasado. Es una ganancia de poder adquisitivo que contrasta con lo que dejaron de ingresar los pensionistas porque el Gobierno decidió no actualizar las prestaciones al aumento de precios que se contabilizaba en noviembre de 2012, una merma que rondó los 4.400 millones de euros.

El año acaba con una inflación muy similar a la subida que aplicará el Gobierno a partir de 2012. La reforma de las pensiones, que agotará el trámite parlamentario la próxima semana, establece un incremento de solo el 0,25% en años en los que el nivel de ingresos en cotizaciones no sea suficiente para cubrir el gasto en prestaciones, como ya se anticipa que ocurrirá en 2014.

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