_
_
_
_
_
CRISIS DEL EURO

Eslovenia aleja el fantasma del rescate inyectando dinero en la banca

El Gobierno venderá parte de las entidades afectadas y traspasará activos al banco malo El examen oficial revela que el sector necesita 4.778 millones, el 13% del PIB

Luis Doncel
El gobernador del Banco de Eslovenia, Bostjan Jazbec.
El gobernador del Banco de Eslovenia, Bostjan Jazbec.Jure Makovec (AFP)

Para Uros Cufer y Bostjan Jazbec, este jueves debió de ser un día agridulce. El ministro de Finanzas de Eslovenia y el gobernador del banco central anunciaron que las ocho mayores entidades financieras del país necesitan 4.778 millones de euros. Esta cifra puede parecer pequeña si se compara con las decenas de miles de millones inyectados en bancos y cajas españoles. Pero para esta antigua república yugoslava, con poco más de dos millones de habitantes, es enorme, una suma que equivale al 13,5% de su PIB. Hasta aquí, la parte agria. El dulzor viene porque el resultado del examen a la banca afianza la idea de que el Gobierno será capaz de arreglárselas sin ayuda internacional, acallando a los expertos que llevan meses presentando a Eslovenia como la próxima pieza que caerá en el dominó del euro.

El cóctel de unos bancos de propiedad pública que prestaron dinero a empresas que ahora no pueden devolver y una coyuntura internacional negativa ha puesto al país de rodillas, con dos recesiones consecutivas que le han hecho perder desde 2008 el 11% de su PIB. “Mi salario como profesor ha caído más del 15%. Por primera vez, hay más gente que sale del país de la que entra. Los jóvenes ven que aquí no tienen futuro. Nuestra percepción de nosotros mismos ha cambiado”, resume el sociólogo Joze Vogrinc frente al famoso Puente Triple que corona el centro de Ljubljana.

Más información
La Comisión da más tiempo a siete países para cumplir con el déficit
Eslovenia sube el IVA y privatiza empresas para evitar el rescate
Eslovenia cae al bono basura y da otro paso en el camino al rescate
La OCDE añade presión a Eslovenia al sembrar dudas sobre sus bancos

Los dolores de cabeza de los eslovenos proceden sobre todo de tres entidades. Los bancos más grandes —NLB, NKBM y Abanka— necesitan desesperadamente una inyección de 3.000 millones de euros en su capital. Eslovenia no va aplicar el modelo chipriota: aquí los ahorros van a ser respetados en su totalidad. Pagarán la factura, sin embargo, los que tengan deuda júnior (la de peor calidad) de estas tres entidades. Perderán el 100% de su dinero, 440 millones. Pero con esto no basta para tapar el agujero de los tres grandes bancos, en su mayor parte de propiedad pública. Los millones que faltan procederán de las transferencias al recientemente creado banco malo.

Para conocer las necesidades de capital de las otras cinco entidades examinadas habrá que esperar seis meses, el tiempo que las autoridades les han dado para ver si pueden encontrar en el mercado los fondos para reforzar su capital.

El Gobierno asegura que dispone de dinero para hacer frente a las necesidades de los bancos. “Ya hemos hecho parte de la recapitalización. Y una vez que haya terminado el proceso, nos quedarán unas reservas de 2.500 millones, una cifra enorme para nuestro país”, asegura el ministro Cufer en su despacho tras la presentación de los resultados.

Sus explicaciones parecen haber convencido fuera de Ljubljana. “Hoy está claro que Eslovenia puede reparar su sector financiero sin pedir asistencia a sus socios europeos”, aseguró el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, en un mensaje que debió sonar a música celestial a la primera ministra, Alenka Bratusek, que lleva sus nueve meses en el cargo repitiendo lo mismo. Los mercados también reaccionaron bien al anuncio.

Otro asunto es cómo afectará la inyección de dinero público a unos ciudadanos que ya han visto varias olas de recortes. Tras la recapitalización, la deuda pública —que antes de la crisis rondaba el 30% del PIB— ascenderá al 75%. Y el Gobierno ha dejado claro que los ingresos que obtenga de la privatización de 15 grandes empresas, entre ellas la telefónica, el aeropuerto y la aerolínea nacional, se destinarán a reducir deuda. “Veo el futuro muy negro. Todo parece empeorar”, asegura el estudiante Aljaz Skrlep.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_