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JAVIER ALONSO Director general de Credit Suisse Gestión

“La hora de invertir en España por su valoración aberrante ha pasado”

“El movimiento brutal ya está hecho. Ahora el Ibex irá en la línea con Europa”

David Fernández
Javier Alonso, director general de Credit Suisse Gestión.
Javier Alonso, director general de Credit Suisse Gestión.Samuel Sánchez

Javier Alonso (1971) es director general de Credit Suisse Gestión, la gestora del área de banca privada de la entidad suiza. Alonso lleva una larga trayectoria en el sector, en el que empezó en 1996 en las filas del Banco Urquijo. Se incorporó a Credit Suisse en 2006, procedente de BNP Paribas.

Pregunta. La industria de fondos española ha vivido, por fin, un buen año. ¿En qué situación se encuentra Credit Suisse Gestión?

Respuesta. Ha sido un ejercicio muy bueno para el sector en general y para nosotros en particular. Hemos crecido por encima de la media y hemos ganado cuota de mercado. Hay tres factores que han ayudado a la recuperación del patrimonio: el fin de los depósitos de alta remuneración, cierta estabilidad regulatoria y que el riesgo-país se ha disipado.

P. ¿Cree que esta tendencia positiva continuará en 2014?

R. Creo que sí. Hay factores que ayudarán al desarrollo del mercado. Está, por un lado, la regularización fiscal. Otro elemento favorable es la aprobación de las cuentas ómnibus que va a permitir que el cliente tenga acceso desde su entidad al mejor producto posible. Y luego hay que contar con que se nota cierta sensibilidad política hacia la industria.

P. ¿Cuál es el factor que en su opinión les diferencia de la competencia?

“Nosotros

R. Nuestro modelo de banca privada es muy especializado. Nosotros no vendemos producto, vendemos reflexión. El producto es solo la última fase de nuestra visión.

P. ¿Hay riesgo de que el rebote de la Bolsa española sea demasiado triunfalista?

R. Dicen que los economistas cuentan y el mercado descuenta. El mercado ha descontado la recuperación económica de forma muy virulenta y la oportunidad de invertir en España como caso de valoración aberrante por baja creemos que ya pasó. La Bolsa, en el peor momento de la crisis, estaba a una valoración de 0,7 su valor en libros y ahora cotiza a 1,3 veces, un múltiplo que está ya en línea con el resto.

P. ¿En qué nivel cree que puede estar el Ibex dentro de un año?

R. El movimiento brutal ya está hecho, ahora vamos a ver revalorizaciones al ritmo del crecimiento de los beneficios. Previsiblemente, el año que viene la Bolsa española vivirá un buen año, porque habrá crecimiento global, pero su comportamiento irá más en línea con el resto de mercados europeos.

P. En las últimas semanas, varias empresas cotizadas han anunciado rebajas en su política de dividendos. ¿Cree que en el futuro las compañías serán más cicateras con su remuneración?

“Es probable que cuando se recuperen los beneficios baje

R. A la gente le obsesiona el dividendo. En España, la riqueza de las familias equivale a cerca de siete veces el PIB. Sin embargo, la mayoría de este ahorro está en inmuebles y activos financieros muy conservadores. Con los tipos de interés tan bajos deberán hacer un trasvase de parte de ese dinero a renta variable. Todo el mundo, debido a la tradición rentista, se fija en el dividendo, pero se fija en su valor absoluto, cuando es más importante una retribución baja, pero creciente y sostenible, que una alta y que se pueda revisar a la baja. En épocas de crecimiento, las compañías, como ya están generando para el accionista apreciación del capital, tienden a pagar menos dividendos. En cambio, cuando el crecimiento es débil, le retienen con la remuneración, ya que no hay muchas alternativas de crecimiento. Es muy probable que cuando se recuperen los beneficios y el entorno económico mejore, los dividendos no se recuperen en la misma línea, ya que los gestores querrán los excedentes para crecer, comprar otras empresas... En definitiva, las empresas tienen otras alternativas, y sí que las veo reduciendo el dividendo.

P. ¿Cómo conjugar ese perfil tan conservador de los inversores españoles con la generación de rentas ahora que los tipos están tan bajos?

R. En general, el inversor español solo se preocupa de una cosa: “me paga o no me paga”, ya sea un depósito, un bono... El cambio en la mentalidad vendrá de la mano de la profesionalización de la industria de banca privada, gestión y asesoramiento. Los españoles tendrán que dar un paso más e invertir, porque hasta ahora no invertían. Los depositantes, por ejemplo, pensaban que eran clientes de su entidad, pero cuanto tienes un depósito, en cierto modo lo que eres es proveedor de esa compañía, no cliente. Tiene que darse ese trasvase que generará a su vez la profesionalización de la industria. Hasta ahora no se había producido porque no había clientes en el sentido estricto del término.

P. Los bancos tienen un gran peso en la Bolsa española. ¿Cree que el saneamiento del sector se puede dar por finalizado?

R. El saneamiento inmobiliario ya está hecho en su gran mayoría con las provisiones y el traspaso de activos a la Sareb. Ocurre que aún queda una última fase, que es el saneamiento de los balances en la parte de financiación a empresas. Habrá entidades que tengan que hacer provisiones por este motivo. Ahora bien, la banca española está bastante mejor que la de muchos países europeos como Alemania, Italia y Francia. Nuestras entidades han provisionado importantes sumas en los últimos tres años, ha sido sometida varias veces a pruebas de esfuerzo y se han aprobado regulaciones muy exigentes para el sector.

P. ¿Qué riesgos ve ahora en el mercado?

“Se está prolongando demasiado la política monetaria expansiva”

R. El primer riesgo es que se está prolongando demasiado en el tiempo la política monetaria expansiva en EE UU. Esta situación genera burbujas en muchos activos. Casi cualquier cosa que descuentes a una tasa tan baja (tipos de interés al cero por ciento) tiene valor. El segundo riesgo está conectado con el primero y tiene que ver con la subida de las materias primas, principalmente de las alimenticias, que puede traer revueltas sociales. La tercera preocupación, esta a más largo plazo, tiene que ver con el hecho de que probablemente EE UU pasará de ser importador de energía a exportador. Habrá que ver qué efecto tiene este cambio en los países del Golfo.

P. ¿Le preocupa que el ciclo económico haya empeorado en una región tan importante para los beneficios de las empresas españolas como es Latinoamérica?

R. Es un tema que nos preocupa. No veo una recuperación a corto plazo de las divisas latinoamericanas, lo que puede afectar a las compañías con exposición a la región. Este inconveniente puede ser compensado por el hecho de que muchas empresas todavía están creciendo en la zona y ganando cuota de mercado.

P. El consenso del mercado apuesta por países desarrollados frente a economías emergentes, y por la renta variable frente a la deuda. ¿Comparte esta visión?

R. Creemos que Europa lo va a hacer mejor que EE UU. Cuando el crecimiento global está por debajo del potencial, como ha ocurrido en los últimos años, EE UU lo hace mejor; cuando la actividad repunta, lo hacen mejor sus socios comerciales. Dentro de los mercados europeos, creemos que las economías periféricas como Italia o España van a seguir haciéndolo bien. En el caso de emergentes nos gustan más los países asiáticos que los latinoamericanos. En cuanto a clases de activos, estamos muy infraponderados en renta fija. Tras varios años haciéndolo muy bien, la renta fija presenta riesgos en 2014.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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