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La banca echa un pulso a Guindos

Los grandes bancos mantienen la apuesta por José María Roldán como presidente de la patronal AEB pese a la fuerte oposición del ministro de Economía

Íñigo de Barrón
Luis de Guindos (derecha) y Luis María Linde, en el Ecofin.
Luis de Guindos (derecha) y Luis María Linde, en el Ecofin.Dimitri Messinis (AP)

Las luchas de poder siempre dejan jirones. Sobre todo cuando se juega en el terreno bancario. El último encontronazo tiene como protagonistas al ministro de Economía, Luis de Guindos, y al presidente del Santander, Emilio Botín. Ambos se verán este martes las caras en la Sexta Conferencia Internacional de Banca que el Santander celebra en la sede de su ciudad financiera, en Boadilla del Monte (Madrid), en la que intervendrán. Será casi imposible que no traten del tema de la semana, la fuerte divergencia que han tenido por el nombramiento de José María Roldán como presidente de la Asociación Española de Banca (AEB). El 29 de octubre pasado, a propuesta de la entidad dirigida por Botín, los cinco mayores bancos (Santander, BBVA, Banco Popular, Banco Sabadell y Bankinter), escogieron a Roldán como presidente para los próximos cuatro años.

Sin embargo, días después Guindos transmitió a la patronal bancaria su “profundo malestar” por designar al ex director general de Regulación del Banco de España. El ministro considera que no es ético que alguien que ha estado al frente de la normativa que ha conducido al desastre de la mitad de las entidades —y que ha obligado a pedir 40.000 millones a Europa—, pueda seguir en puestos de responsabilidad en el sector.

Los bancos no quieren cambiar de candidato, al menos, hasta ahora. Fuentes de la AEB no hicieron este lunes ningún comentario y se remitieron al comunicado oficial, que es una manera de ratificarse. Como dijeron fuentes de diferentes entidades, “se mantiene la propuesta realizada, que contó con el apoyo de Luis Linde, gobernador del Banco de España, y persona próxima al ministro. No se ha echado para atrás a Roldán porque cumple los requisitos éticos y legales”, en abierta discrepancia con los argumentos de Economía.

Hasta el momento, la idea de la banca sigue siendo mantener a Roldán como único candidato para la AEB. Sin embargo, todas las miradas están puestas en Botín y Guindos, condenados a entenderse. Y, lo que es más difícil, a salir ambos airosos de esta situación.

En el sector se apuesta por “dejar pasar el tiempo para que cierre las heridas, aunque se corre el riesgo de que se tensen las relaciones con el Ministerio de Economía y se haga difícil la interlocución de Roldán”.

“Un cambio sería humillante y, sobre todo, ¿cómo se podría considerar al sustituto de Roldán? ¿el candidato del Gobierno para la banca?”, señalan algunos ejecutivos. De hecho, la banca considera “inaudito” que Guindos haya hecho público su desacuerdo con la decisión de una asociación privada. También hablan de “injerencia poco democrática” e insisten en que la ley permite que, seis meses después de dejar un alto cargo en el Banco de España, se pueda trabajar para los bancos. “Si no le gusta la norma, que la cambie”, apuntan.

Otros ejecutivos del sector, sin embargo, critican esta “puerta giratoria” y que la AEB se nutra de tantos directivos del Banco de España: el actual presidente, Miguel Martín, que fue subgobernador, y el secretario general, Pedro Pablo Villasante, que fue director general de Supervisión. También el que fuera secretario general del Banco de España, José Antonio Alepuz, se incorporó en abril de 2011 a la dirección de La Caixa.

El problema de mantener desacuerdos con Economía es que hay mucho dinero en juego. Faltan semanas para que se decida la subasta de Novagalicia, a la que se han presentado todos los grandes. Ahora están abiertas las negociaciones para que el Gobierno transforme en capital los créditos fiscales y los activos fiscales diferidos (DTA, por sus siglas en inglés). La cuestión se cuantifica en unos 28.000 millones. Los más veteranos no creen posible que Economía practique venganzas con esta cuestión capital para el sector “porque le podría salir caro si tiene que recapitalizar a las entidades nacionalizadas, que tienen muchos créditos fiscales”.

Otros dejan una puerta abierta a la reacción de Roldán, el más perjudicado por esta polémica. “No es un ejecutivo combativo, de los que les guste el enfrentamiento. Otra cosa es que los bancos que le han escogido le pidan que aguante, y él aguantará”, afirman quienes han trabajado junto a él.

Curiosamente, tres de los cuatro grandes protagonistas, Guindos, Botín y Linde, asisten hoy a la Sexta Conferencia Bancaria Internacional del Santander. Allí, el ministro hablará de la regeneración de la vida institucional, por si alguien se da por aludido.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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