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El déficit conjunto del Estado y la Seguridad Social iguala al de 2012

El agujero conjunto de ambas Administraciones es de 34.651 millones hasta septiembre, un 3,38% del PIB El objetivo para todo el año es no pasar del 6,5% del PIB, sin contar esas ayudas

J. SÉRVULO GONZÁLEZ

El Ministerio de Hacienda presentó ayer una nueva hornada de cifras sobre la salud de las cuentas públicas que muestran que siguen renqueantes. El primer bloque de datos refleja que el déficit conjunto del Estado y la Seguridad Social ascendió hasta septiembre a 34.651 millones, lo que representa un 3,38% del PIB, cuatro centésimas más que en 2012.

Según estas cifras, el Gobierno apenas ha reducido el agujero presupuestario respecto a 2012. Deja en manos de las comunidades y los Ayuntamientos el gran ajuste [debe rebajar el agujero de 6,84% al 6,5%]. Además, espera que en el último trimestre del año despegue la recaudación tributaria. Sobre todo en el impuesto de sociedades, pendiente de dos pagos fraccionados (octubre y diciembre) que se liquidarán sobre los mayores beneficios que las empresas del Ibex están presentando. Por eso, el Ejecutivo está convencido de que cumplirá con el objetivo fijado por Bruselas en el 6,5% del PIB para 2013.

La ejecución presupuestaria hasta septiembre revela que el Estado presentó una desviación del 3,58% y la Seguridad Social, un superávit del 0,2%. Las cuentas del instituto de previsión están afectadas por el calendario de ejecución y por el adelanto de las transferencias del Estado. Hasta septiembre la Administración central entregó 14.910 millones a la Seguridad Social, el doble que el año pasado y el 96% de todo lo previsto para el ejercicio. Aunque el efecto se irá diluyendo a lo largo del año. No obstante, esta institución que gestiona las pensiones sufre un desequilibrio estructural. Por eso, tiene una senda de déficit más suave este año, con una meta del 1,4% del PIB, cuatro décimas mayor que la de 2012.

El Gobierno fía el cumplimiento al ajuste de las comunidades y Ayuntamientos

Los ingresos no financieros crecen hasta septiembre un 7,2% por la liquidación del sistema de financiación del año 2010 que el año pasado restó 25.000 millones al Estado en favor de las comunidades. Para 2013, la liquidación será a favor del Estado en 1.460 millones. En términos de caja, los ingresos por los impuestos directos (IRPF y sociedades) caen un 4,3%. Destaca el descenso del 23,3% en el impuesto sobre los beneficios de las empresas. No obstante, Hacienda aprobó medidas para elevar la recaudación de este tributo en el último trimestre.

Para justificar que las cuentas públicas están bajo control, Hacienda se sirvió de otro bloque de cifras presupuestarias en las que agrupa el déficit conjunto de la Administración central, comunidades autónomas y Seguridad Social, hasta agosto cuando la brecha presupuestaria ascendió hasta el 4,8% del PIB (5,07% con las ayudas a la banca). La secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, aseguró que agrupará la ejecución presupuestaria de estas Administraciones para ofrecer una foto más nítida sobre las cuentas públicas. El problema es que ha comenzado a difundir los datos mensuales este año y no son comparables con los del año precedente cuando solo se publicaron trimestrales.

Las comunidades presentaron hasta agosto un desajuste de 8.135 millones, el 0,79% del PIB. Habrá que esperar a septiembre para compararlo con los de 2012. Solo Asturias (0,34%), Baleares (0,29%) y La Rioja (0,04%) presentan superávit hasta agosto. El resto acumula números rojos. Las más rezagadas —además de Navarra por su régimen foral— son: Murcia (-1,43%), Cataluña (-1,06), Aragón (0,94%) y Madrid (-0,91%).

Hacienda neutraliza el efecto de las devoluciones

El Ejecutivo ha cambiado la metodología a la hora de contabilizar las devoluciones fiscales. El año pasado el Gobierno desplazó una gran cantidad de las devoluciones reclamadas por los contribuyentes al año siguiente para favorecer el cumplimiento del déficit. Hacienda asegura que no había cambiado la metodología y alega que las contabilizaba en el momento en que la Agencia Tributaria las autorizaba. Además, precisa que había puesto en marcha un procedimiento para analizarlas con más precisión. Pero lo cierto es que nunca se habían aplazado tantas devoluciones como el año pasado, lo que sirvió para rebajar el déficit en unas cinco décimas.

La oficina de estadística europea, Eurostat, estableció en marzo que las devoluciones se deben contabilizar en el momento en que las solicitan los contribuyentes. En ese momento, el Gobierno procedió a contabilizar según ese criterio una parte de las devoluciones que los contribuyentes presentan cuando sus impuestos les salen a devolver. Pero a partir de octubre ha cambiado la metodología para toda la serie entre 1998 y 2013.

Esto ha provocado que se haya reducido el déficit en unas cinco o seis décimas en julio, unos 6.000 millones. Esta diferencia ha pasado a elevar el déficit de 2012 pero su efecto se neutralizó al aflorar un superávit de los Ayuntamientos de 0,22%. En definitiva, son maniobras contables legales que permiten a Hacienda acomodar la senda de déficit impuesta por Bruselas. En el Ministerio explican, no obstante, que el cambio metodológico empeorará los ingresos de final de año, aunque no en la misma proporción que en 2012.

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Sobre la firma

J. SÉRVULO GONZÁLEZ
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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