“El tren se paró cuatro o cinco veces en el túnel”

En el segundo tramo de la huelga de Cercanías en Madrid (entre las 15.00 y las 17.00) los pasajeros esperaron más que de costumbre y notaron que los andenes estaban más llenos en Atocha, uno de los nudos ferroviarios más importantes de la capital. Lo peor, según una decena de pasajeros consultados, tuvo lugar en las primeras horas del día, coincidiendo con el primer periodo de paros parciales de esta semana. Sufrieron aglomeraciones en los andenes y retrasos. La huelga parcial convocada por los sindicatos minoritarios CGT y el Sindicato Ferroviario en protesta por la segregación de Renfe y ADIF ha comenzado este lunes. Los paros afectan a los momentos claves del día, la mañana, la tarde y la noche.

“El servicio es cada vez peor”, se lamenta Luzmila, que suele utilizar a diario el Cercanías para ir hasta su trabajo. Alrededor de las tres y media de la tarde, esta mujer espera en la estación de Atocha el tren que la llevará de vuelta a su casa después de una jornada de trabajo. Tendrá que aguardar, sin embargo, alrededor de 15 minutos más de lo normal, pero para ella lo peor es el día a día.  “Ahora casi siempre tengo que esperar más a que llegue mi tren en la mañana, suelo venir temprano para no llevarme sorpresas, pero esto va muy mal por los recortes”, se queja.

Unido al mayor tiempo de espera que algunos viajeros han podido comprobar, se encuentran las aglomeraciones que han sentido, sobre todo, durante los paros de la mañana. “Llevo a mi hijo todos los días al cole en estos trenes”, explica María junto a su pequeño, de unos 10 años. “A estas horas (alrededor de las cuatro de la tarde) no se siente mucho si hay paros o no, de hecho, casi no tenemos que esperar a nuestro tren. Pero esta mañana, alrededor de las ocho, hemos tenido que pasar como hemos podido porque no había forma”, denuncia la mujer. Durante el paro de la tarde también ha habido viajeros que han esperado un poco más para evitar la aglomeración de gente.

Un hombre se queja de varios parones en el tren en el que venía desde Aranjuez. “El tren se paró en el túnel unas cuatro o cinco veces hasta aquí”, explica. La huelga no le tomó por sorpresa ni por la mañana ni a las tres de la tarde ya que se había informado previamente. “Afortunadamente no tuve ningún problema porque salí temprano de casa”

Otros fueron menos afortunados. “No tenía ni idea de que había huelga”, dice una joven que sale corriendo hacia el metro. “Entro a trabajar a las cuatro y media y son y veinte”, exclama. “Cojo todos los días el tren en Leganés hasta Atocha y luego tomo el metro hasta Iglesia que es donde trabajo. He tenido que esperar media hora en Leganés”, dice algo afectada. “Lo único bueno es que me han dado un justificante en la estación. Dicen que no suelen hacerlo, pero que, en esta ocasión, mucha gente no sabía que había huelga”, comenta.

Los paros de Renfe también afectan a los trenes del AVE, aunque en diferente medida, ya que tres de cada cuatro convoyes funcionan en los tramos horarios más congestionados. Alberto, uno de los viajeros que se dirige a tomar el convoy hasta Barcelona dice que no estaba enterado de la huelga. "La verdad es que no suelo tomar mucho el AVE, pero tampoco creo que me afecte que haya paros", dice tranquilamente.