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McDonald's urge a una empleada a buscar beneficios sociales en EE UU

La mujer pidió ayuda para llegar a fin de mes. La compañía le contestó que estaba cualificada para recibir cupones de comida

Carolina García
Un restaurante McDonald´s en Chicago.
Un restaurante McDonald´s en Chicago. Nam Y. Huh (AP)

McDonald's, una de las cadenas de comida rápida más grandes del mundo, no está ayudando a los trabajadores de su compañía que no pueden pagar sus facturas y les está animando a que busquen ayudas federales para llegar a fin de mes, en vez de subir sus salarios. El grupo de defensa de los trabajadores Low Pay is no OK (Los bajos sueldos no están bien, en su traducción al español) grabó una conversación entre una empleada a tiempo completo y la línea de ayuda de la compañía de hamburguesas, McResource, un servicio que no está disponible para todos los empleados ya que las franquicias deben pagar un extra para contar con él.

En la conversación, hecha pública por la CNN, Nancy Salgado, que lleva 10 años trabajando en la empresa y cobra 8,25 dólares la hora (el mínimo estipulado en EE UU es de 7,25 dólares) solicitaba a McDonald's ayuda para llegar a fin de mes, para hacer frente al pago de la calefacción, comida y el tratamiento de su hermana enferma, McResource le recomendó, sin preguntarla cuánto cobraba o cuántas horas trabajaba a la semana, que visitara algún servicio federal: “Seguro que usted puede solicitar beneficios sociales como cupones de comida y Medicaid -servicio destinado a los mayores de 65 años, pobres y discapacitados-”.

Los grupos laboralistas explican que esta situación demuestra “que la compañía desatiende a sus trabajadores en vez de pagarles un sueldo digno”. Además, la persona que contestó su llamada le dijo que recibiría un correo electrónico con números y contactos de despensas alimenticias federales y programas de salud pública en Chicago (Illinois), Estado en el que actualmente vive Salgado: “Te podemos ayudar a encontrar los servicios y evitarte miles de llamadas telefónicas”. Salgado, indignada, contestó: “¿Cree usted que es justo que cobre 8,25 dólares la hora cuando he trabajado años para ustedes? Lo que necesito es un aumento de salario, pero ustedes no ayudan a sus empleados. ¿Cómo puede ser esto posible?”

La empresa ha asegurado en un comunicado que la llamada está editada: “La línea McResource pretende ser un servicio gratuito y confidencial para ayudar a los empleados y sus familias en temas como el cuidado de los niños, el transporte o el cuidado de los ancianos, entre otros”.

Los trabajadores de la cadena de comida rápida llevan desde noviembre de 2012 realizando acciones de protesta para conseguir mejores salarios. Un último informe, publicado hace tan solo unos días, concluyó que más de la mitad de los trabajadores de las cadenas de comida rápida reciben algún tipo de ayuda social (aproximadamente unos 7.000 millones de dólares totales al año). A McDonald's también se le han recriminado los consejos financieros que dan a sus trabajadores en su página Web, donde les recomiendan tener un trabajo adicional para conseguir llegar a fin de mes.

El sueldo medio de los trabajadores de estos restaurantes en EE UU es de 8,69 dólares la hora y la mayoría trabaja unas 40 horas semanales, lo que les cualifica para recibir diversos beneficios sociales como los anteriormente citados. Exactamente, el 52% de estos empleados reciben algún servicio estatal. Un estudio de la Universidad de Berkeley reafirmó esta conclusión: “Estos trabajadores tienen el doble de probabilidades que el resto de empleados, que no trabajan en empresas de comida rápida, de solicitar este tipo de beneficios. Y, efectivamente, el Gobierno está pagando servicios que estas cadenas no quieren pagar”.

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Sobre la firma

Carolina García
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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