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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Recuperación global: ¿llega para quedarse?

La economía global afronta retos importantes, pero son abundantes las señales de mejora

Mientras en Estados Unidos siguen jugando con fuego a vueltas con un techo de deuda ahora aplazado a febrero, retrasan el fin de los masivos estímulos monetarios y esperan la llegada de su particular super(wo)man al timón de la Reserva Federal, el resto del mundo continúa su “épica” escalada hacia una recuperación global sostenible. La ralentización que afecta a grandes países emergentes, sobre todo asiáticos, será compensada por las mejores perspectivas de unas economías desarrolladas no exentas de vulnerabilidades.

En la zona euro, el ciclo económico mejora gracias a una demanda doméstica en recuperación. Y si las previsiones para 2013 se cumplen, supondría prácticamente el adiós a la recesión. El fuerte compromiso del Banco Central Europeo (BCE) con una política monetaria acomodaticia, más allá del tímido forward guidance, podría materializarse en inyecciones de liquidez adicionales (LTRO) e incluso no sería descartable una nueva bajada de tipos. Agua de mayo para aquellos sistemas financieros más preocupados por los requerimientos de capital de Basilea III, la revisión de la calidad de los activos o los tests de estrés. Ese paraguas, más el mayor grado de flexibilidad en los objetivos fiscales a corto plazo y el optimismo de los mercados financieros, abren una ventana de oportunidad que el Viejo Continente debería aprovechar para avanzar hacia la unión bancaria.

Del lado emergente continúan las dudas acerca de su capacidad para seguir creciendo a los fuertes ritmos a los que nos tenían acostumbrados. En Asia, la ralentización es reflejo de la reducción de sus crecimientos potenciales mientras que en la otra esquina emergente, Latinoamérica, es muestra de un menor impulso cíclico. Con todo, aquellas regiones con déficits externos abultados y financiados por capitales de corto plazo, con pasivos muy dolarizados o con tipos de cambio relativamente rígidos, se podrán ver afectadas por flujos de salida de capitales, fruto de la subida de tipos a largo en Estados Unidos.

Más pronto que tarde, los tiempos de masivas políticas monetarias llegarán a su fin

La economía global afronta retos importantes. Más pronto que tarde, los tiempos extraordinarios de masivas políticas monetarias expansivas llegarán a su fin y el crecimiento mundial, tan desigualmente repartido, se podría resentir. Prueba de que el camino no será fácil son las tensiones financieras y de volatilidad sufridas en los emergentes a raíz del mero amago de retirada de estímulos monetarios por parte de la Reserva Federal. Tampoco la travesía hacia el desapalancamiento, necesario en algunas economías avanzadas, ayudará. Sin embargo, las abundantes señales de mejora del ciclo en Estados Unidos y la zona euro (baja volatilidad, bancos centrales activos, mejora en encuestas de confianza), junto a la esperanzadora marcha de la economía japonesa, apuntan a que la recuperación global, aunque lenta y atenuada, está y se la espera, para quedarse.

Jaime Martínez-Martín es economista senior de escenarios económicos de BBVA Research.

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