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El sector cementero se suma a la oleada de críticas contra la reforma eléctrica

Oficemen considera que la propuesta de Industria dará "la puntilla" a un sector en dificultades

El País
Fábrica de cemento en Arguineguín, Mogán (Gran Canaria).
Fábrica de cemento en Arguineguín, Mogán (Gran Canaria).Rafa Avero

Ya se habían quejado las eléctricas, el sector de los renovables, la industria del azulejo, la siderurgia: ahora han sido las cementeras. El proyecto de reforma energética aprobado por el Gobierno el pasado 12 de julio no para de levantar ampollas entre las industrias afectadas. La agrupación de fabricantes de cemento Oficemen ha sido la última en cargar contra la nueva regulación, al asegurar este viernes que la propuesta del Ministerio de Industria será "la puntilla" para el sector.

En la línea de las denuncias de los fabricantes de aceros y de azulejos, Oficemen se queja de que el coste eléctrico para la industria —que estima un 17% más cara que "en algunos países de la Unión Europea"— aumentará de forma "insostenible". La asociación se queja de que ese aumento del coste eléctrico gravará al sector con "sobrecostes desproporcionados" y "dinamitará" su competitividad en los mercados internacionales. Otros países, defienden, "no ponen tantas trabas a la industria".

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El principal motivo de protesta es la anunciada revisión del sistema de interrumpibilidad. Muchas empresas con alto consumo eléctrico, como son estas industrias, reciben hasta el momento contraprestaciones por parar su producción en momentos de alta demanda eléctrica para evitar apagones. La propuesta gubernamental prevé reducir esas compensaciones, lo que, según Oficemen, hará imposible que la industria amortice las inversiones realizadas para mantener ese sistema, que cifra en "más de 450 millones de euros".

Aniceto Zaragoza, director general de la agrupación, ha emplazado al Ejecutivo a "colaborar" en la búsqueda de "una solución que no ataque a la superivivencia" del sector, que según los úlitmos datos de 2011 empleaba a cerca de 17.800 personas. En una de las industrias más afectas por el declive de la construcción, el consumo de cemento se redujo en España un 34% a lo largo de 2012, hasta las 13,5 millones de toneladas. Fue el mayor descenso porcentual en el mercado doméstico español en su historia.

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