Un juez obliga a Bankia a devolver 1,2 millones a una clienta de preferentes
La sentencia declara nulo el contrato porque se considera que la inversora recibió una información “completamente insuficiente”
Un juez de Barcelona ha condenado a Bankia a devolver 1,2 millones de euros a una mujer que invirtió en participaciones preferentes. La sentencia declara nulo el contrato, considera que la clienta recibió una información “completamente insuficiente” y concluye que su perfil —jubilada, sin estudios, y que apenas habla español porque vive en Francia desde hace medio siglo— no se ajustaba a un producto de riesgo.
En 2007, la afectada vendió dos locales que había heredado de sus padres en Gavà (Barcelona) por 2,7 millones. Parte del dinero lo destinó a un negocio de hostelería de su hija; el resto, lo invirtió en un plazo fijo. Dos años más tarde, un empleado de Bankia le informó de que tenía un producto “novedoso” y “muy seguro” que le iba a reportar más intereses: las preferentes.
La clienta era una jubilada, sin estudios, y que apenas habla español porque vive en Francia desde hace medio siglo
Pese a que la mujer, como recoge la sentencia, insistió en que quería un producto “seguro y fiable”, vio cómo en poco tiempo su inversión quedó reducida a una tercera parte. La sentencia, que aún puede recurrirse, obliga a la entidad a devolver los 1,2 millones iniciales más los intereses.
Bankia envió a la mujer, en Francia, tan solo el último folio de cada uno de los ocho documentos del contrato. Listos para que los firmara. Una irregularidad que se une a la información “escasa” y “a través de conversaciones telefónicas”, sigue el juez, que da la razón al abogado de la demandante, Juan Abós, y afirma que el perfil de la mujer era conservador. El test de conveniencia, remacha la sentencia, “fue realizado por la propia oficina bancaria”.