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Holanda debe ahorrar 6.000 millones en 2014 para cumplir con el déficit del 3%

Rehn baraja dar más tiempo al Gobierno de centroizquierda para cumplir con el tope del 3% El Banco Central holandés calcula que el ajuste podría alcanzar los 8.000 millones

Isabel Ferrer

La economía holandesa está tocada y su recuperación requiere un duro ajuste presupuestario, y también cierta cura de humildad. En estos momentos, el déficit se calcula en un 3,4% del PIB, cifra que supera el 3% exigido por la Comisión Europea para armonizar las cuentas de la eurozona. Sin nuevos recortes, podría llegar al 3,9%, y Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, ha viajado a Holanda para dejar las cosas claras: el país necesita ahorrar en 2014 al menos 6.000 millones de euros, el 1% del PIB.

Rehn cree que así podrá mantenerse el déficit en una zona segura, cercana al 2,8%. De todos modos, si el crecimiento económico es tan lento como hasta ahora, “tal vez podría concederse un poco de tiempo”, para cuadrar los deseados porcentajes. Así se lo ha hecho saber al ministro de Finanzas, Jeroen Dijsselbloem, al primero ministro liberal, Mark Rutte, y al Parlamento en pleno.

El problema es que Holanda sigue en recesión, el paro sube (suma un 6,5% y podría llegar al 7,2% el próximo año) y la recuperación de su economía es más lenta de lo esperado. Para acabarlo de arreglar, el Banco Central nacional calcula, para este año, una contracción del 0,8% -2 puntos por encima de lo esperado-. Por eso cree que el pico del ajuste podría alcanzar incluso los 8.000 millones de euros. En suma, un panorama desalentador para uno de los países que más firmes se ha mostrado ante los problemas financieros de otros socios comunitarios. Antes incluso de la visita de Rehn, el ministro Dijsselbloem había señalado que “llegar al 3% requiere mucho esfuerzo”. “Que no añadan, encima, un margen de seguridad para no superar el 2.8%”.

La recomendación de la Comisión Europea es dura, y de ahí que Job Swank, director del Banco Central holandés, se haya aventurado a dar consejos sobre la forma de enfocar la nueva etapa de austeridad. “Subir aún más los impuestos acabará agotando al consumidor. El Ejecutivo debería inclinarse por otras medidas, tal vez en el sector sanitario”, ha dicho. La situación resulta especialmente dura para el Gobierno, que ha hecho sus cuentas con presteza en sus dos coaliciones más recientes. La primera fue de centro derecha. Ahora, de centro izquierda. Así, entre 2010 y 2012, anunció un recorte de 30.000 millones de euros. En octubre del año pasado se añadieron otros 16.000 millones extra. Y a principios de 2013, el pacto social firmado con patronal y sindicatos aparcaba, momentáneamente, un tajo adicional de 4.300 millones de euros más. La idea era estimular la economía a base de animar al consumidor. Las actuales cuentas de Bruselas pueden modificar ese acuerdo en los próximos meses.

De momento, el Gabinete, y también Bruselas, esperan el informe definitivo sobre la situación económica holandesa que será publicado el viernes. Para agosto, deben estar listos los nuevos presupuestos nacionales. Entretanto, Frans Timmerman, titular de Exteriores, ha lanzado una idea para atacar uno de los efectos más nocivos de la crisis: el paro juvenil. “Cada país de la UE debe encontrar la forma de resolver sus problemas financieros. No hay recetas. Demasiada austeridad, o bien demasiado gasto, son igualmente malos. Sin embargo, los jóvenes parados nos afectan a todos. Ellos sí podrían beneficiarse de un plan a escala comunitaria”, ha dicho.

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