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¡Sí se puede!

La empresa tecnológica Vector triplica facturación y plantilla en tres años y contratará a 1.500 jóvenes de aquí a 2015

Carlos Delgado Suárez, consejero delegado de Vector.
Carlos Delgado Suárez, consejero delegado de Vector.

La empresa tecnológica 100% española Vector es la demostración de que se puede crecer aceleradamente, incluso en tiempos de crisis. Cuando su consejero delegado, Carlos Delgado Suárez, desembarcó en la empresa, a finales de 2011, se encontró con una factoría de softwarede crecimiento lento y seguro con apenas una veintena de clientes. “Al frente tenían un equipo directivo joven y cualificado y a unos 400 trabajadores muy preparados y con gran orgullo de empresa”, asegura Delgado. Unos valores que “son los fundamentales de una compañía” y por los que decidió apostar.

Delgado es un trabajador incansable, de espíritu emprendedor. “Un máquina”, dicen sus colaboradores, cuya entrega al trabajo recuerda a su tío Adolfo Suárez, parentesco que no le gusta utilizar profesionalmente. No es un recién llegado al mundo de la tecnología. Graduado en ICADE, ha tenido cargos de responsabilidad en EDS, ha sido vicepresidente ejecutivo de Capgemini, presidente de Telvent y emprendedor de tecnológicas muy bien vendidas. En Vector está bien arropado. “Entramos cuatro personas y entre todos compramos el 55% del capital”, recuerda. El resto está en manos del Grupo Santander. La empresa fue fundada hace 11 años por un grupo de emprendedores con apoyo de Banesto y la Universidad Alfonso X el Sabio.

Con estos mimbres, Delgado Suárez se ha propuesto hacer una segunda Indra a toda velocidad, diversificando su porfolio de servicios para convertirse en un proveedor de servicios globales de tecnologías de la información e internacionalizándose mediante filiales. El año 2012 fue clave. Vector completó su core de negocio con servicios profesionales de consultoría de negocio y tecnología, implantación de soluciones informáticas de gestión para empresas y externalización de aplicaciones en áreas de gran crecimiento como la programación web, las aplicaciones y la realidad aumentada. Ha firmado acuerdos con casi una docena de socios tecnológicos de la talla de IBM, Microsoft y Oracle. Se ha implantado en Perú y Brasil.

Los primeros frutos han caído. En un año se han duplicado las ventas y el número de empleados. Facturó 24 millones de euros en 2011 y 42 millones en 2012. Tenía 420 empleados cuando llegó el nuevo equipo directivo, y ahora tiene 900. Delgado Suárez es consejero delegado desde hace un par de meses, lo que le permite pisar más el acelerador. Terminará 2013 con 62 millones de euros, casi el triple de lo que encontró, y creará 1.500 puestos de trabajo hasta 2015. Su tesoro es una plantilla de jóvenes técnicos (de entre 25 y 35 años), bien pagados (un sueldo medio de 26.000 euros anuales), que está aumentando. Los nuevos contratados serán jóvenes universitarios, sobre todo ingenieros técnicos de informática de sistemas o gestión. Unos 1.000 se quedarán en España, y otros 500 trabajarán por toda América, donde la empresa quiere crecer.

La compañía

A su implantación en Perú y Brasil seguirá México, país donde abrirá oficina en junio. Después vendrá Boston, y en 2014, Chile y Colombia. Latinoamérica supondrá el 40% de sus ventas en dos años, según los cálculos de la empresa, y solo en Brasil facturará el 60% de toda la región. El gigante sudamericano ya supone el 8% de su cartera. “Perú es una factoría de software embebida en los números de España, aunque en el resto de los países estamos implantando filiales para replicar el modelo de negocio español, pero adaptándonos a la realidad de cada país”. No les da miedo competir en Estados Unidos, el mercado tecnológico más avanzado del mundo. “Llegaremos acompañando a empresas españolas, pero vamos a vender al mercado local”, explica Delgado “Desde el punto de vista tecnológico, hay que estar en Estados Unidos. Es la vanguardia, nos enriqueceremos y fortaleceremos nuestros acuerdos con partners”.

En España también están abriendo oficinas para implantarse en Cataluña, Comunidad Valenciana y País Vasco, ahora atendidas desde otras regiones. “Estamos cerca del cliente para adaptarnos a ellos y trabajar en sus instalaciones”, dice el consejero delegado. “Somos globales con visión local, es nuestro valor añadido”. En Europa venden a Reino Unido, Alemania, Francia y Suiza a través de una oficina comercial. Asia es otro de sus objetivos.

La cartera de clientes llega a los 100, entre los que se encuentran primeras espadas del Ibex. Solo en los últimos cuatro meses han entrado 30 clientes, y quieren llegar a 200. El beneficio antes de impuestos fue de un 4% en 2011 y ahora está en el entorno del 11%. “Hemos puesto en valor a la empresa y aumentado la eficiencia en costes”, afirma Delgado. “Estaba algo sobredotada en servicios generales, y los servicios no se vendían con buen margen. Hemos acentuado la fuerza de venta y mejorado la productividad con nuevos procedimientos de calidad y control. Ahora es una empresa más estructurada para afrontar el crecimiento”.

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