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El paro en EE UU sube al 7,6% en mayo porque hay más gente buscando trabajo

El mercado laboral recibe dos veces y media más de gente de la que logra un contrato La cifra de contratados de mayo es de 175.000 personas

Aspirantes en una feria de empleo en Arlington, Virginia.
Aspirantes en una feria de empleo en Arlington, Virginia.Andrew Harrer (Bloomberg)

El dato de empleo de mayo no es espectacular, pero confirma la tendencia. Con 175.000 empleos creados durante el mes pasado, la economía de Estados Unidos está generando trabajo ligeramente por encima de la media de los últimos cuatro años. Pero sigue siendo insuficiente para reducir el paro de forma rápida y sostenida. La tasa de desempleo subió, de hecho, al 7,6%, una décima más que en abril, porque hay más gente que entra en el mercado laboral de la que se contrata.

El indicador general es algo mejor de lo esperado. La previsión era de 169.000 empleos. No es el caso del paro, que se esperaba se mantuviera en el 7,5%. Para que el desempleo se reduzca de una forma convincente y absorber el crecimiento de la población se necesita crear más de 200.000 empleos al mes, en lugar de los 150.000 de media que genera a estas alturas de la recuperación.

La estadística de mayo muestra en todo caso una ligera aceleración en la contratación, si se compara con los 149.000 empleos que se dan para abril. En este caso, se revisó a la baja frente a una primera lectura que daba 165.000 empleos. El indicador de marzo queda en los 142.000 empleos. El sector privado generó 178.000 empleos en mayo, frente a 157.000 de abril.

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El informe de empleo de mayo muestra también que 420.000 personas volvieron al mercado laboral buscando un puesto trabajo. La tasa de participación subió así al 63,4%. Es una décima más que en abril pero el indicador sigue estando a su nivel más bajo en tres décadas y supone un elemento de distorsión a la hora de valorar el estado real del mercado laboral en EE UU.

En la actualidad hay 11,8 millones de parados, la población combinada de Nueva York y de Los Ángeles. A estos se les suman los 7,9 millones que trabajan a tiempo parcial por las condiciones de sus empresas o por motivos económicos, comparable al total de vecinos en Chicago, Filadelfia, Houston y Phoenix. Y hay 2,2 millones que ni buscan empleo, como Dallas y San Francisco.

Estímulos de la Fed

En un mercado volátil en el que las malas noticias sientan bien y las buenas mal, la lectura del indicador de empleo es complicada. El motivo hay que buscarlo en la Reserva Federal. Los inversores reaccionan negativamente a la posibilidad de que el banco central de EE UU reduzca la intensidad del estímulo, y un dato de empleo robusto le da argumentos para quitar el pie del acelerador.

Ben Bernanke, presidente de la Fed, dijo día atrás en el Congreso que se necesitan varias reuniones para valorar la situación y discutir los pasos. Es esa mezcla de flexibilidad e incertidumbre la que crea problemas, pese a que la mayoría no ve cambios hasta septiembre u octubre. Además, una eventual modificación solo sería para reducir el ritmo de compra de deuda de 85.000 millones de dólares a 55.000 millones.

Frenazo en la industria

Bernanke quiere ver un crecimiento más fuerte antes de iniciar el cambio. De momento, no lo tiene y las señalas son mixtas. El dato más preocupante es el de actividad industrial, conocido el lunes y que mostró una contracción en mayo al situarse en los 49 puntos. Es la lectura más débil en cuatro años. La última vez que cayó por debajo de los 50 puntos fue en noviembre.

El Libro Beis de la Reserva Federal, publicado el miércoles, sigue calificando la recuperación de “modesta a moderada”. Esas mismas dudas sobre el camino que va a seguir la Fed ante una economía que muestra señales contradictorias y desequilibrada vuelve a hacer mella en el dólar. Eso beneficia al euro, que se cambia en el mercado de divisas a 1,32 dólares.

Lo que sorprende, y se ve en los indicadores de confianza más recientes, es lo bien que parece estar aguantando la economía el recorte en el gasto público por el impasse fiscal en Washington. Pero el temor es que empiecen a notarse más sus efectos conforme avance el año. De hecho, se espera una moderación del crecimiento en el segundo trimestre, desde el 2,4% del primero.

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