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REFORMA FINANCIERA

La Ley de Fundaciones Bancarias cosecha críticas del Consejo de Estado

Guindos rechaza que un mismo consejero pueda estar en una caja y en su banco

Íñigo de Barrón
El ministro de Economía, Luis de Guindos, tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros
El ministro de Economía, Luis de Guindos, tras la rueda de prensa posterior al Consejo de MinistrosULY MARTIN

La transformación de las antiguas cajas de ahorros en bancos es una lucha de poder de alto voltaje. El Gobierno, el Banco de España y sobre todo, Bruselas y el FMI, que son los que mandan, quieren minizar el poder de los dirigentes de las antiguas cajas, que llegaron a representar el 50% del sistema financiero. “La experiencia de lo que ha ocurrido es la base de las exigencias del proyecto de Ley de Cajas y Fundaciones Bancarias”, admiten en el Ministerio de Economía.

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El Consejo de Ministros dio luz verde al texto que irá al Parlamento para su largo debate. Está previsto que concluya su tramitación a finales de año y, antes de que acabe 2014, entrará en vigor. En síntesis, la norma establece que las antiguas cajas que ejerzan su actividad a través de un banco o las que controlen más del 10% de una entidad deberán transformarse en fundaciones bancarias. Esto afecta a La Caixa, Kutxabank, Ibercaja, Unicaja y Liberbank, que es lo que queda de las cajas al margen del Estado.

El Gobierno sometió el texto oficial al Consejo de Estado, que ha realizado críticas importantes. “Llama la atención la insuficiencia de la memoria. Aborda el contenido de una manera descriptiva”, arranca este informe, al que ha tenido acceso este periódico.

Un tema clave es la obligación de que las cajas se transformen en fundaciones bancarias: “Nada se dice acerca de la justificación de esta opción ni sobre su repercusión en las fundaciones ya constituidas”. Sobre los grupos de representación en la asamblea general de la fundación, añade que tiene “una redacción confusa que precisa una revisión”, y una “excesiva indeterminación”.

Una de las enmiendas más importantes que ha aceptado el Ejecutivo hace referencia a las ampliaciones de capital. El órgano consultivo, donde está el expresidente Zapatero, y otros políticos como Landelino Lavilla y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, criticó que esta medida porque podría impedir incrementar el plan financiero (fondo de capital para acudir al socorro del banco) que tendrán que constituir las fundaciones que tengan el 30% o más del banco. “Esto situaría a la entidad en una posición de desventaja competitiva”, dice.

El Gobierno ha establecido que las fundaciones pueden acudir a las ampliaciones pero las acciones que compren no tendrán derechos políticos.

También criticó con fuerza el Consejo de Estado que se necesite una mayoría de tres cuartas partes para acordar el dividendo. Esto suponía, dice, que una minoría pudiera bloquear el dividendo. Economía ha rebajado este mínimo a dos tercios.

La norma más controvertida era la que establece que los miembros del patronato de la fundación “no pueden ser consejeros del banco”. Es decir, tendrá que ejercer el control a través de otros consejeros externos. La Confederación de Cajas cree que esto es inconstitucional y la CNMV también lo critica. El Consejo de Estado dice que “el Memorándum de Entendimiento no exige esta separación total. No parece acertado esta opción”. Pide introducir flexibilidad y “que al menos el 10%” de los cargos de la fundación estén en el banco.

Otra crítica polémica: “Se aprecia imprecisión en el ámbito de aplicación” del plan financiero; “nada se dice de cuáles son los criterios que debe tomar en consideración” el supervisor que será quien diseñe y apruebe esta reserva. Según Economía, los factores para incrementar este fondo serán: la participación en el banco; la no cotización en Bolsa, la falta de diversificación de la fundación en otros negocios no financieros y el riesgo que asuma la entidad. “Cada entidad tendrá un fondo diferente”, aseguró Economía.

La política estará en el debate de esta ley. El control de los bancos será del supervisor, pero el de las fundaciones dependerá de dónde realicen la mayor parte de la obra social. Las comunidades pelearán por sus antiguas cajas. “En el caso de La Caixa, será Economía quien tutele la fundación porque está repartida por toda España”, dijeron fuentes de este ministerio. Otro asunto para la polémica en el debate parlamentario, que será intenso.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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