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Abertis pisa el acelerador

La concesionaria de autopistas busca oportunidades para crecer fuera de España

Autopista en Brasil gestionada por Abertis
Autopista en Brasil gestionada por Abertis

Abertis, que registró un gran impulso con la compra de las concesiones de autopistas de OHL en Brasil y Chile el año pasado, pretende seguir creciendo a buen ritmo. La empresa, que duplicó sus kilómetros de autopistas (de 3.756 a 7.327) entre 2009 y 2012, tiene liquidez, capacidad para endeudarse y socios dispuestos a secundarla en futuras operaciones. “Hemos fijado unos países prioritarios en los que nos interesa invertir y en los que estamos analizando posibles oportunidades con vistas a 2014 o 2015”, apunta José Aljaro, director general financiero de la compañía.

El problema es, prosigue el ejecutivo, que “el flujo de oportunidades no lo marcamos nosotros, sino los Estados”. Y los Gobiernos, interesados en hacer caja con la entrega de sus autopistas a la gestión privada, no muestran ahora mucho interés por ponerlas a la venta. Aun cuando la crisis no ha afectado al tráfico rodado fuera de Europa, el ambiente en los mercados sí ha deteriorado los precios que las concesionarias están dispuestas a pagar, y que, dice Aljaro, “no son tan interesantes como antes”.

De ahí que muchos Gobiernos, necesitados de caja y de mejorar sus infraestructuras, estén esperando a que mejore el panorama y puedan sacarle más jugo a sus activos. Es el caso de Canadá, México, Australia o Colombia, donde se espera que empiecen a generarse oportunidades entre 2014 y 2015. La rebaja de expectativas ha llevado ya al Gobierno brasileño a aplazar las subastas de nueve autopistas (7.500 kilómetros) para hacerlas más atractivas a los grupos concesionales.

Y torres de telefonía

Abertis también quiere crecer en las telecomunicaciones, su segunda área de negocio. Pese a las largas negociaciones con la SEPI para adquirir su 25% en Hispasat (en la que está también Eutelsat), la empresa espera que haya un acuerdo. “Lo importante es que tengamos más del 50% (ahora el 40,6%) para poder gestionar la compañía”, dice el director financiero. “Queremos aumentar el negocio, lanzar nuevos satélites con más capacidad. Cada vez hay más transmisión de datos y más compañías ofreciendo Internet por satélite. Podríamos comprar alguna compañía en el sector”. Otra vía de expansión es la compra de torres de telefonía. Aljaro dice que estas operaciones son buenas para el comprador, en este caso Abertis, “porque con una torre puedes dar servicio a varias operadoras. Y para el vendedor, porque recibe dinero y paga menos por el servicio”. Las posibilidades aquí son alentadoras, ya que Telefónica tiene más de 30.000 torres. Pero Abertis no se va a limitar a España. “Este es un negocio que va a más en todo el mundo y es ya la norma en Inglaterra o en algunos países de Latinoamérica, donde estamos viendo oportunidades”.

Aljaro explica esta menor valoración por el deterioro del mercado de crédito. “La ratio del proyecto financiable con deuda ha bajado”, señala. “Antes era el 85%, y ahora, el 60%. Y los plazos de financiación son más cortos, y los tipos, más altos”. Ante estas dificultades, una de las soluciones puestas en marcha por Abertis y otras operadoras ha sido acudir a fondos de infraestructuras o de capital riesgo para que les acompañen. Ocurrió ya en Puerto Rico, con Goldman Sachs, y en Brasil, con Brookfield.

Esta escasez de nuevas ofertas explica en parte la alianza con OHL, calificada de win-win. La compra de las autopistas de Brasil y Chile ha permitido al grupo de Villar Mir hacer caja y reforzarse en el capital de Abertis (19%). Abertis, a su vez, ha dado un salto de gigante al aumentar sus ingresos de los 4.000 millones del 2012 a los 5.100 millones de este año. Su Ebitda fuera de España, el 45% en 2009, subirá hasta el 61% este año. Quizá por eso se han disparado las especulaciones sobre otras posibles operaciones entre Abertis y OHL. Por ejemplo, en México, donde OHL tiene seis tramos, con 359 kilómetros, dos de ellos en construcción.

México es prioritario para Abertis. “México, Estados Unidos, Canadá y Australia son nuestros preferidos en una primera etapa”, apunta Aljaro. “En una segunda vendrían Perú, Colombia, y después, China e India”. En Estados Unidos, donde no se prevén nuevas concesiones, el plan de Abertis es crecer mediante la compra a otros operadores, igual que en Canadá o en México, donde, si bien se espera que el nuevo Gobierno presente un plan de privatizaciones de autovías, no hay ahora nada concreto. “Las oportunidades de compra en Estados Unidos, Canadá o México vendrán más por parte de concesionarias que quieran vender, por necesidades de capital o porque deseen centrarse en otros negocios”, indica Aljaro.

La compañía sí tiene esperanzas puestas en las subastas de Brasil, donde ya gestiona 3.400 kilómetros en concesión, pese a que hay una legión de candidatos españoles, de todo el mundo, incluso brasileños. “Estamos muy interesados en el proceso de privatización de las nueve autopistas de Brasil, que será posiblemente en el segundo semestre”, apunta el ejecutivo.

Abertis necesita encontrar oportunidades. Aun cuando la empresa ha manifestado que no tiene prisa por crecer y que 2013 va a ser un año de consolidación, los inversores esperan buenas noticias. Eso sí, en Abertis no quieren más sorpresas como la de Bolivia, y buscan centrarse en países seguros. Aun cuando el valor de SABSA (Bolivia), expropiada por el Gobierno, es muy pequeño y está ya provisionado, estas incidencias castigan el valor de una compañía en Bolsa.

La empresa catalana dispone, sin duda, de capacidad para hacer adquisiciones. Entre la caja disponible, el posible apalancamiento y el apoyo de terceros, Abertis podría realizar compras por valor de más de 4.000 millones de euros, una potencia de tiro que aumentaría en el caso de que venda su división de aeropuertos (con AENA), por la que espera percibir unos 900 millones: dinero que sería utilizado para reforzarse en los dos sectores en los que quiere concentrarse; autopistas y telecomunicaciones.

“Los aeropuertos son buenos activos”, apunta el ejecutivo, “pero pequeños, y aportan poco al grupo”. Los aeropuertos suponen solo el 5% de los ingresos y el 2% del Ebitda. La venta de los aeropuertos sería casi la culminación de un plan de reorganización de la cartera que supuso, entre 2011 y 2012, la venta de activos por más de 3.000 millones de euros (Atlantia, Saba, Eutelsat y Brisa), además del aeropuerto de Cardiff este año, y la compra, por una suma similar, de Metropistas, activos de OHL en Brasil y Chile, un paquete adicional en Hispasat y 1.000 torres de Telefónica. En espera de nuevas adquisiciones, la compañía trata de crecer con el alargamiento de las concesiones de autopistas (más años a cambio de nuevas inversiones) y la puesta en marcha de un nuevo negocio, el de las torres de telecomunicaciones. Todo ello, sin olvidar la toma de control de Hispasat.

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