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La Seda se enreda en una lucha interna que le acerca a la suspensión de pagos

La guerra entre un accionista y un acreedor aproxima al grupo químico a una situación límite

Dani Cordero
Fábrica de La Seda en El Prat del Llobregat (Barcelona).
Fábrica de La Seda en El Prat del Llobregat (Barcelona).C. Bautista

El concurso de acreedores, antigua suspensión de pagos, acecha a La Seda. Pero ahora no son solo los números del balance los que no cuadran en el histórico grupo químico. Una silenciosa pero intensa guerra interna ha paralizado a la compañía, ya de por sí acuciada por la falta de liquidez y presionada por la necesidad de refinanciar un crédito sindicado de 235 millones de euros (sobre una deuda total de 600 millones). El primer accionista, el portugués BA Vidro, se enfrenta al primer acreedor, el fondo buitre estadounidense Anchorage, que ansía convertir su deuda en acciones. Ambos aportan propuestas diferentes ante un Consejo de Administración impotente. Pero la sartén está en poder de un tercer actor, Caixa Geral, segundo accionista y también segundo acreedor. Un embrollo de final incierto en el que los pequeños accionistas solo tienen clara una idea: acabe como acabe, sus acciones valdrán algo cercano a cero.

Todo empezó hace nueve meses. La crisis seguía castigando a la empresa: el precio de sus materias primas subía mientras que las ventas se desplomaban. Ese mismo desajuste, que dejó unas pérdidas en 2012 de 199 millones de euros, impedía pagar las deudas. Así que el Consejo de Administración planteó refinanciar el crédito sindicado contraído con casi una treintena de bancos.

Anchorage, que había entrado en el grupo por la puerta de atrás, con la compra, a través de pequeños paquetes, del 37% de los compromisos del préstamo —unos 100 millones de euros comprados con importantes descuentos—, lideró el comité de reestructuración. El fondo propuso convertir 100 millones de su deuda en acciones a través de una ampliación de capital y asegurar un crédito de 30 millones a ocho años.

La compañía debe refinanciar ya 235 de sus 600 millones de deuda acumulada

Todo el Consejo aceptó la propuesta, a excepción de BA Vidro que había abogado por una ampliación de capital de 40 millones de euros que suscribiría totalmente. Posteriormente retiró esta propuesta y ahora ha vuelto a ponerla encima de la mesa, siempre y cuando le apoyen todos los acreedores. Tras quedarse solo en el Consejo, los dos miembros de esta compañía lusa cesaron de sus cargos, incluido Carlos Moreira, hasta entonces el presidente de La Seda. Desde entonces, José Luis Morlanes, que ya fue presidente del grupo hasta 2008, ha asumido la presidencia interina de la compañía y ha seguido renegociando la reestructuración.

El problema es que la propuesta de BA Vidro se podría prolongar hasta el mes de marzo del próximo año y La Seda necesita con urgencia el dinero De ahí que el Consejo apueste por la vía Anchorage, pero esta propuesta requiere que apruebe su plan más de la mitad de los bancos que participan en el crédito. El sí de Caixa Geral, que es determinante, está en el aire. Fuentes conocedoras del proceso recuerdan que justamente fue la entidad lusa la pasarela que usó BA Vidro para entrar en La Seda como accionista.

El 14 de mayo es la fecha tope para que los bancos digan qué quieren hacer con el plan de refinanciación. Si sale adelante la propuesta, Anchorage controlaría La Seda con el 27% del capital. De momento, ha comunicado su intención de segregar el negocio de materia prima del de producción de envases.

BA Vidro ha solicitado la celebración de una junta extraordinaria para intentar forzar que se vote por su propuesta, que le podría dar una mayoría holgada del capital, que algunas fuentes consultadas sitúan entre el 75% y el 90%. De ser así, los lusos quieren ir desprendiéndose de la división de PET (el plástico que se utiliza normalmente para fabricar envases) y quedarse con la de envases. BA Vidro se aproxima a otro fracaso en su lucha por reflotar La Seda, después de haber sido incapaz de conseguir cerrar una ampliación de capital y de encontrar un socio industrial a la división de PET.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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